Una comisión rusa responsabiliza a Moscú de la tragedia de Beslán

Más de un año después de la sangrienta toma de rehenes en la escuela número 1 de Beslán (Osetia del Norte) siguen sin esclarecerse muchos aspectos de lo sucedido. Un día después de que la Fiscalía General de Rusia considerase «correcta» la actuación de las fuerzas de seguridad en el asalto al colegio, que tuvo lugar el 3 de septiembre del 2004 y terminó con 331 muertos, de ellas 186 menores, un informe preliminar de una comisión del Parlamento ruso asegura todo lo contrario. Alexánder Torshin, senador y presidente de esa comisión, manifestó ayer que las autoridades y la policía osetias obraron de forma desorganizada y negligente, incurrieron en numerosos errores y mintieron sobre la cifra de rehenes. «El ataque pudo evitarse», sentenció. Es ya el tercer informe que se elabora sobre la tragedia de Beslán. El primero corrió a cargo de la Asamblea de Osetia del Norte y no dejó títere con cabeza. Además del comando checheno, son también responsables de la matanza, según ellos, los dirigentes osetios, las fuerzas de seguridad y quienes desde Moscú «contribuyeron a sembrar la confusión con órdenes contradictorias». Vladimir Putin, no obstante, quedó al margen de las críticas. Las conclusiones más oficialistas y complacientes fueron hechas el martes por la Fiscalía General rusa, cuyo número dos, Nikolái Shepel, dijo que la célula de crisis, compuesta por responsables de Interior, Defensa y servicios secretos, «actuó correctamente» durante las tres jornadas que se prolongó el secuestro y el fatal día del desenlace. 1397124194 Errores Las conclusiones de la comisión que encabezaTorshin se sitúan en el medio de las extraídas por los parlamentarios osetios y por la fiscalía, dando una de cal y otra de arena. «Otra cosa no se podía esperar, ya que el Parlamento federal está copado por los partidarios del Kremlin», reconocía ayer Susana Dudiyeva, presidenta del Comité de Madres de Beslán. Pero, pese a no entrar en lo más polémico y controvertido, Torshin no se mordió la lengua al señalar que el asalto a la escuela «estuvo plagado de fallos». Según el senador, «muchos agentes no sabían cómo actuar en una situación de emergencia tan grave». El hecho de que la Policía permitiera a lugareños armados acceder a las inmediaciones se señala como uno de los errores más garrafales. Torshin recrimina además la «negligencia y descuido» de las policías de Osetia del Norte y la vecina Ingushetia por no haber evitado que el comando llegase hasta Beslán. «Desde Moscú se dieron instrucciones para refor-zar la vigilancia en los colegios el día del inicio de la clases y fueron desoídas». De haberse obedecido esas órdenes, el ataque había podido evitarse. Mentiras El documento de la comisión parlamentaria rusa, cuyo texto definitivo aparecerá hacia febrero o marzo de 2006, también admite que la célula de crisis mintió deliberadamente al declarar que en la escuela se encontraban tan sólo 354 rehenes cuando la cifra real rondaba las 1.200 personas. Dudiyeva dijo ayer que la ocultación del número real de secuestrados «influyó en el desarrollo de la operación de rescate». La responsable del Comité de Madres de Beslán exigió que se sepan los nombres concretos de quienes mintieron. El informe no implica a Vladimir Putin en la gestión de la crisis ni arroja luz sobre el origen real de las dos explosiones que desencadenaron el asalto. Tampoco explica por qué se emplearon lanzallamas y tanques para reducir a los secuestradores, cuando tenían aún rehenes. Otra zona oscura sigue siendo el número de terroristas. Oficialmente, fueron 30 hombres y dos mujeres. Todos ellos murieron en la refriega salvo Nurpashí Kuláyev, que está siendo juzgado en la actualidad. Sin embargo, víctimas y testigos de lo ocurrido aseguran que por lo menos 10 miembros del comando islámico consiguieron escapar. «La lista de fallos y negligencias es larga» ALEXÁNDER TORSHIN Presidente y senador de la comisión del Parlamento