Escasas posibilidades de recuperación Cerca de veinte peregrinos mueren al desplomarse un hotel de La Meca

Una hemorragia cerebral masiva como la que ha sufrido Ariel Sharon deja a menudo daños irreparables. Las posibilidades de recuperación en ese tipo de ataques de apoplejía son escasas en pacientes mayores de 65 años, según indicaron ayer expertos a la radio israelí. De acuerdo con el centro alemán de ayuda a los enfermos de apoplejía, un 20% de estos ataques son provocados por una arteria que estalla en el cerebro. Este tipo está considerado más peligroso que cuando se produce un ataque isquémico (el 80% de los casos), cuando se bloquean los vasos sanguíneos pero no se llega a una hemorragia. Funciones corporales Cuando los vasos sanguíneos están obstruidos, las células en el cerebro mueren por la falta de oxígeno, pero cuando se produce una hemorragia (aneurisma cerebral), la presión de la sangre empuja contra la parte del cerebro en la que se encuentra. En ambos casos, las funciones corporales se ven comprometidas. «Las hemorragias tienen un pronóstico mucho peor que las obstrucciones del flujo sanguíneo», explicó el vicepresidente de la Asociación Alemana de Neurología, Hans-Christoph Diener. La tasa de mortalidad es tres veces superior y los daños a largo plazo, más frecuentes. La suerte del paciente depende del alcance del derrame y de dónde se haya registrado. Cuando las hemorragias son masivas, los médicos analizan si se puede mejorar al pacien-te con una intervención para succionar la sangre, pero de-pendiendo de la profundidad de la hemorragia se daña más o menos el cerebro. El número de víctimas mortales causadas por el derrumbe ayer de un hotel de siete plantas en la ciudad santa de La Meca se eleva a veinte, según declaró el portavoz del Ministerio de Interior, Mansur Turki. El portavoz, que indicó que los servicios de rescate saudíes trabajan en la búsqueda de posibles víctimas entre los escombros, señaló que un total de 59 heridos reciben tratamiento en hospitales de esta ciudad. Poco antes, un peregrino francés, presente en el lugar, aseguró que 23 personas habían muerto y más de 80 estaban heridas por el colapso de este edificio. «He contado 23 cadáveres», dijo Abderrahmane Ghoul, presidente del Consejo Representativo del Culto Musulmán en la región francesa de Provenza-Alpes-Costa-Azul. «Había mucha gente fuera» rezando frente al edificio, continuó Ghoul. «Era el momento de la oración», precisó. «La mayoría de los muertos estaban en el exterior», agregó antes de precisar que en ese edificio se alojaban peregrinos llegados de los Emiratos Árabes Unidos e India. Las autoridades saudíes habían informado de que un total de quince cadáveres fueron retirados de entre los cascotes y que 39 personas habían tenido que ser atendidas en hospitales. Turki no precisó las nacionalidades de las víctimas y señaló que las autoridades han abierto investigación para esclarecer las causas del suceso. El inmueble, muy estrecho y de siete plantas, albergaba un modesto hotel en el que estaban alojados, sobre todo, peregrinos pakistaníes y estaba encajonado entre dos edificios de diez y quince pisos. Vecinos en la zona que el inmueble fue construido hace 25 o 30 años. La ciudad santa de La Meca, cuna del Islam, está plagada estos días de millones de musulmanes llegados de todos los rincones del mundo para realizar la peregrinación anual y celebrar la fiesta del sacrificio. La peregrinación sagrada anual o Hach es uno de los cinco pilares del Islam, que todo fiel debe cumplir al menos una vez en la vida si su salud y su economía se lo permite.