Cerrar

Crónica | La inmigración mejicana en Estados Unidos |

Fox y Bush, duelo por la frontera

México clama justicia por la muerte de un indocumentado a manos de la policía norteamericana y se opone a la construcción de más muros en la zona fronteriza

Un joven pinta ataúdes en Tijuana como forma de protesta por las muertes en la frontera

Publicado por
Javier Arraiza - redacción
León

Creado:

Actualizado:

El presidente de México, Vicente Fox, lleva varios días reclamando justicia a Estados Unidos por la muerte de un indocumentado mexicano en la frontera con su vecino del norte. Hasta ahora no ha conseguido más que exacerbar de nuevo las relaciones bilaterales entre los dos socios de América del Norte. El pasado 30 de diciembre Guillermo Martínez cruzó la frontera y en territorio estadounidense recibió un tiro en el tórax, al parecer de un agente de la Patrulla Fronteriza, por lo que regresó a México para recibir atención médica en donde murió al día siguiente. La bala que le había matado era de cabeza explosiva, más conocida como bala Dum-Dum, prohibida internacionalmente pero al, parecer, reglamentaria entre los guardias fronterizos norteamericanos. Días antes de esta tragedia, la Cámara baja de Estados Unidos había aprobado una polémica iniciativa de ley para endurecer la política migratoria con la construcción de más muros en la frontera con México y considerar como delito el ingreso ilegal de personas en el país. Los dos hechos llevaron el miércoles a Fox a exigir a EE.UU. el esclarecimiento «rápido y total» de la muerte de Martínez. No a los muros México, dijo, va a esperar el resul-tado de las investigaciones sobre la muerte del emigrante mexicano para ver que «medidas adicionales» tomará su Gobierno. Además, como ya lo había hecho antes con duros términos, rechazó la pretensión de legisladores estadounidense de construir varios muros fronterizos. Fox dijo que México se ha opuesto sistemáticamente a la construcción de muros que «dividen y alejan a las naciones» y afirmó que la seguridad de los pueblos no puede lograrse mediante murallas que los separan, «máxime si son vecinos y socios». En la frontera con Estados Unidos mueren cada año más de 400 indocumentados mexicanos, principalmente en el desierto de Arizona, donde sucumben por deshidratación o mordidos por animales venenosos. El flujo migratorio de indocumentados se ha movido en los últimos años del punto fronterizo de Ti-juana-San Diego hacia Sonora-Ari-zona, después de que en el primero de estos lugares se levantara una valla metálica. Los indocumentados también se enfrentaron el año pasado a la acción de grupos civiles armados estadounidenses que se apostaron en varios puntos fronterizos, principalmente en Arizona, para «cazar» a los ilegales que penetraran en EE.UU.. Un millón de cruces Cada año se producen en la frontera entre México y Estados Unidos, que se extiende a lo largo de 3.200 kilómetros, un millón de cruces ilegales y los analistas consideran que ese flujo no va a ser frenado por murallas mientras en México no haya trabajos suficientes para el millón de jóvenes que se suman cada año al mercado laboral.

Cargando contenidos...