Starw aseguró que Teherán no ha logrado convencer a la UE de que sus objetivos sean civiles
Europa decide llevar al Consejo de Seguridad la cuestión nuclear iraní
Londres acogerá la próxima semana una cumbre de miembros de la UE, EE.UU., Rusia y China Rusia da a
El serial atómico iraní ha terminado finalmente por agotar la paciencia de la Unión Europea. La «troika», formada por Alemania, Francia y Gran Bretaña, llamada a buscar una solución diplomática al pulso que mantienen Irán y Occidente por el uso de la energía atómica en la república islámica, tiraba ayer finalmente la toalla. El mensaje del ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, anfitrión del encuentro de urgencia que mantuvo con sus homólogos en Berlín para dilucidar los pasos a seguir después de que Irán rompiera este martes los precintos en tres de sus centrales nucleares, fue inequívoco: «Nuestras conversaciones con Irán han llegado a un punto muerto (¿) creemos llegado el momento de que intervenga el Consejo de Seguridad de la ONU», dijo ante la prensa reunida en Berlín. Aunque para llegar hasta Naciones Unidas todavía hay que quemar una serie de etapas, como apuntó el británico Jack Straw, que esa misma mañana calificó de «altamente probable» que la cuestión se eleve hasta el único organismo internacional capacitado para imponer sanciones contra Irán. Antes no obstante, está el Organismo Internacional de la Energía Atómica, que preside Mohamed El Baradei, encargado ahora de elaborar un informe para Kofi Annan. Una vía de diálogo Ayer los tres ministros europeos, flanqueados por el Alto Representante Internacional de Exteriores de la UE, Javier Solana, comunicaban en Berlín que no han enterrado la vía del diálogo, y que su decisión no va en contra de la población iraní, ni de su derecho - como el de cualquier otro país - al uso civil de la energía atómica. «No obstante, el gobierno iraní no ha logrado convencernos de que sus objetivos sean civiles», apuntó Jack Straw, el responsable británico de Exteriores. Con estas palabras, que respaldaba el ministro galo, Philippe Douste-Blazy, la Unión Europea pone fin a casi un año de encuentros con el ejecutivo iraní para disuadirle en su empeño de retomar las actividades de enriquecimiento de uranio. Estados Unidos y la Unión Europea están cada vez menos solas en su preocupación por los planes nucleares del conservador Mahmud Ahmadineyad, que asumió el poder de la república islámica este verano.