Aumenta la preocupación por Sharón en su noveno día en coma

Médicos del hospital Hadasa de Jerusalén, donde está ingresado el primer ministro israelí, Ariel Sharón, desde el 4 de enero, se muestran «muy preocupados» de que no consiga despertar del coma inducido a pesar de que el miércoles le retiraron de forma definitiva los sedantes. Según el último parte médico, el estado de Sharón es «grave, aunque estable». La radio pública israelí es aún más pesimista, ya que citando el dictamen de varios especialistas, la situación del primer ministro, de 77 años, es «muy alarmante». Alguno de ellos ha señalado a este medio que «la hora de la verdad se aproxima». Según la opinión de los expertos, el peso y los restos de la anestesia que aún permanecen en el cuerpo del primer ministro pueden estar retrasando el momento en que salga del coma. Sharón fue sometido anoche a una nueva intervención quirúrgica para retirar un sistema de catéteres empleado para drenar las hemorragias que sufrió, dado que la última tomografía computerizada reveló una ligera mejora en su estado. Al abrigo de los últimos partes médicos han crecido los rumores que apuntan a la existencia de una enfermedad llamada angiopatía amiloidea, sólo diagnosticada después de su primer infarto. Un doctor de su equipo reveló que esta patología fue ocultada por «motivos políticos». Según este facultativo, tenían miedo de que esta información se usase en contra del primer ministro, ya que este tipo de angiopatía es a menudo asociada con el Alzheimer. Olmert, tras la estela La desaparición política de Ariel Sharón no supondrá el final del sendero de la paz que inició en Gaza porque su sucesor Ehud Olmert está capacitado para completar el proceso, aseguró ayer el ex primer ministro israelí Simón Peres. «Las personas son importantes, pero aquí lo que hay es una idea y la idea es lo que realmente cuenta», afirmó Peres. A sus 82 años, el ex líder laborista ha dado su apoyo al sucesor de Sharón al frente del recién creado partido «Kadima», el actual primer ministro en funciones, Ehud Olmert, condicionado a que concrete los sueños de paz de lo que denomina «la mayoría consensuada». «Veo en Olmert a una persona capaz de ser primer ministro y le he dado mi apoyo en función de que cumpla esa idea», subraya.