Diario de León

Pekín veta las geishas amarillas

El Gobierno impide la proyección de una película en la que dos actrices chinas encarnan a la mujer japonesa que sirve al hombre

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Marga Zambrana - pekín
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Pekín ha decidido vetar de forma oficial la proyección de la superproducción de Hollywood Memorias de una geisha (Sayuri) en China debido a la reacción so-cial que ha suscitado la película por las tensiones diplomáticas que arrasta con Japón desde hace tiempo. «Hemos recibido una carta de las autoridades en la que dicen que han decidido posponer de forma indefinida el estreno de Sayuri debido a varios factores», declaró ayer Li Chow, directora general en China de Columbia Tristar Film Distributors, coproductora del fil-me junto con DreamWorks, de Ste-ven Spielberg. China Film Group es la única institución autorizada a importar películas extranjeras en China, donde sólo aceptan la proyección de 20 cintas foráneas cada año en la gran pantalla. Las protagonistas de la película son las dos actrices chinas de mayor repercusión internacional, Zhang Ziyi y Gong Li, que junto con la malasia de origen chino Michelle Yeoh interpretan a tres geishas, por lo que el público se enfureció por considerar que esta antigua tradición artística japonesa es prostitución. «Cuan-do vi a Zhang Ziyi yaciendo bajo un japonés, me hubiese gustado encontrar un agujero en el suelo donde meterme», cita la prensa las primeras reacciones de es-pectadores que vieron la cinta en copias pirata en DVD. «A todos los chinos se nos cae la cara de vergüenza», añade. Los chinos recuerdan que du-rante la Segunda Guerra Mundial, Japón tomó a cientos de chinas como esclavas sexuales y que los soldados japoneses violaron a de-cenas de miles de mujeres chinas en la masacre de Nanjing. El estreno estaba previsto para el 9 de febrero, y justo esta semana la crispación entre China y Japón aumentó varios grados con la propuesta del primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, de proponer a su emperador que visite el mausoleo de Yasukuni, donde están enterrados 14 criminales de la II Guerra Mundial. Las reiteradas visitas de Junichiro Koizumi al Yasukuni han provocado la irritación de coreanos y chinos, que ven en estas visitas la falta de arrepentimiento por los crímenes de guerra cometidos por Japón durante su invasión de China entre los años 1931 y 1945. Desde que se supo que la pelícu-la estaba en proceso de censura, se han recibido a diario cientos de quejas del público, que pidió prohibir su proyección por sentirse ofendido. A pesar de esta actitud, nadie ha reaccionado contra las copias piratas de «Memorias de una geisha» que desde principios de enero se venden en toda China por el módico precio de un euro. Pekín ha decidido vetar de forma oficial la proyección de la superproducción de Hollywood «Memorias de una geisha» («Sayuri») en China debido a la reacción social que ha suscitado la película por las tensiones con Japón. «Hemos recibido una carta de las autoridades en la que dicen que han decidido posponer de forma indefinida el estreno de Sayuri debido a varios factores», declaró ayer Li Chow, directora general en China de Columbia Tristar Film Distributors, coproductora del film junto con DreamWorks. China Film Group es la única institución autorizada a importar películas extranjeras en China, donde sólo aceptan la proyección de 20 cintas foráneas cada año en la gran pantalla. Respecto a los factores que han desencadenado «posponer indefinidamente» (forma diplomática de referirse a la cancelación) la proyección de la película, la carta destacaba «principalmente la negativa reacción social reflejada en los medios». «No consideramos apropiado estrenar la película, tal y como se había programado anteriormente, bajo la actual situación», concluye la misiva al hacer referencia al temor de que el público chino se sienta ultrajado por interpretar dos actrices chinas a geishas. «Lamentamos esta decisión y estamos muy desilusionados», declaró Li Chow, tras casi cuatro meses de burocracia y obstáculos por parte de las autoridades y de recibir el visto bueno de la Administración Estatal de Radio, Cine y Televisión (Sarft, en inglés) en noviembre. Las protagonistas de «Sayuri» son las dos actrices chinas de mayor repercusión internacional, Zhang Ziyi y Gong Li, que junto con la malasia de origen chino Michelle Yeoh interpretan a tres geishas, por lo que el público se enfureció por considerar que esta antigua tradición artística japonesa es prostitución. El estreno estaba previsto para el 9 de febrero, y justo esta semana la crispación entre China y Japón aumentó varios grados con la propuesta del primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, de proponer a su emperador que visite el mausoleo de Yasukuni, donde están enterrados 14 criminales de la II Guerra Mundial. Las reiteradas visitas de Koizumi al Yasukuni han provocado la irritación de coreanos y chinos, que ven en estas visitas la falta de arrepentimiento por los crímenes de guerra cometidos por Japón durante su invasión de China entre 1931 y 1945. La decisión de las autoridades chinas ya fue anunciada la semana pasada por la prensa local, que citaba fuentes de la Sarft y del Buró de Cine, aunque en su justificación para cancelar la película evitaron mencionar los conflictos con Japón. Desde que se supo que la película estaba en proceso de censura, estos departamentos han recibido a diario cientos de quejas del público, que pidió prohibir su proyección por sentirse ofendido. A pesar de esta actitud, nadie ha reaccionado contra las copias piratas de «Memorias de una geisha» que desde principios de enero se venden en toda China por el módico precio de un euro, y este hecho fue esgrimido por la Sarft para frenar el estreno. «Ya hay bastantes copias piratas en el mercado, y si la estrenamos ahora, la taquilla sufrirá», dijo Zhang Peimin, viceministro de la Administración a la prensa la semana pasada. La más denostada por el público chino ha sido la actriz Zhang Ziyi, que ha recibido los peores insultos de sus conciudadanos (que la tachan de prostituta) en su camino hacia los Oscar de Hollywood, después de que fuera nominada esta semana a los Globos de Oro por su interpretación en la película.

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