Portavoz de la embajada de Israel en España
«La elección de Hamás es un error más en 50 años de errores palestinos»
El diplomático israelí dice en León que «elegir dirigentes terroristas tiene su precio» y asegura que con los fundamentalistas no hay proceso de paz ni posibilidad de negociación
Portavoz de la embajada de Israel en España desde hace cuatro años, este diplomático de carrera lleva más de 13 dedicándose a la investigación del terrorismo y es una de las personas que mejor conoce el mundo fundamentalista y que mejor puede analizar el conflicto palestino-israelí. Este especialista en Oriente Medio, que afirma tener en su corazón «un rincón muy especial para España», impartió el martes una clase magistral en la Universidad de León, invitado por Romualdo Bermejo, Catedrático de Derecho Internacional Público. -Hamás defiende la lucha armada y la destrucción de Israel en sus estatutos, ¿cree usted que estos principios son compatibles con gobernar? -Definitivamente no. Pienso que hay una contradicción de base entre que se celebren elecciones democráticas y el hecho de que una organización terrorista, que declara oficialmente que quiere borrar el Estado de Israel de la faz de la tierra, aproveche estos comicios para tomar el poder. Israel no puede negociar con una organización terrorista que de antemano establece una guerra criminal contra él. Pensamos que los palestinos han cometido un error grave, un error más en la historia de 50 años de errores palestinos en la que se han equivocado con sus dirigentes y con todo su futuro. -Entonces, ¿no existe posibilidad alguna de negociación con Hamás en el gobierno? -Por el momento no. La única forma posible es que dejen las armas, elijan la vía pacífica para negociar y sobre todo, que dejen el fundamentalismo y los ideales suicidas. No veo la posibilidad de que una organización fundamentalista cambie radicalmente, pero sí creo que un grupo que responde a esta tipología mienta, diciendo que quiere conseguir otros retos, para ganar terreno. El fundamentalismo extremo y violento es muy peligroso. -A su juicio, ¿cree que los palestinos esperan algo con este cambio o, por contra, han votado a Hamás simplemente para castigar la ineficacia con la que Al Fatah ha gobernado? -Conozco la línea de análisis que dice que los palestinos estaban cansados de la corrupción en la líneas de Al Fath, y que esta era su única opción. Pero yo pienso que los palestinos han puesto su propio futuro en riesgo dejando el poder en manos de un grupo terrorista que quiere crear una Palestina autoritaria, con una disposición hacia el Islam, en lo relativo a la mujer y a los derechos humanos, con pobreza... creo que han cometido un grave error al dejar al pueblo en manos de una minoría bélica. -En el caso de que hubiera un posible intento de acercamiento por parte de Olmert a Hamás para dialogar, ¿Netanyahu se podría ver favorecido en las próximas elecciones de 28 de marzo? ¿Qué puede pasar? -Vamos a asistir a una ola de terrorismo, y la derecha tendrá ventaja porque su agenda va a ser muy clara: conseguir de nuevo la seguridad interna de los israelíes. Vivimos un momento histórico en el que se avanzó mucho en el proceso de paz y con la victoria de Hamás se ha perdido. En Israel hay una nueva realidad, un nuevo partido céntrico que se llama Kadima y que es el resultado de dirigentes políticos que estaban y están en la derecha. Según avancen las elecciones sabremos qué ocurre, pero será el 28 de marzo cuando salgamos de dudas. -El hecho de que la comunidad internacional esté pensando en imponer sanciones económicas a los palestinos, ¿moderaría a Hamás en el poder? ¿Hasta qué punto considera usted que es una solución? -Se trata de conseguir realizar dos cambios. El primero reside en Hamás, punto en el que soy muy excéptico porque no hay ejemplos de moderación en grupos fundamentalistas. El otro cambio se tiene que dar en el pueblo palestino, porque es el que ha acudido a las urnas. Tiene que entender que elegir dirigentes terroristas tiene su precio. Los palestinos estaban acostumbrados a una realidad donde han contado con el apoyo occidental e internacional de forma automática, pero ha llegado el momento que tienen que entender que la responsabilidad de dirigir su propia vida es suya y que cualquier acción tiene consecuencias, ya sean positivas o negativas. -¿Cuál es la situación de Israel tras la desaparición de la estela política de Ariel Sharón? -Israel en este sentido es una democracia antigua. Nuestro sistema sigue adelante, aunque hemos perdido a un gran líder por lo menos en la forma política. Está todavía en el hospital, y aunque esperamos que se recupere, probablemente no vuelva a la vida política. La política israelí sigue adelante y el propio partido que él creó está ganando terreno en los escaños previstos para estas elecciones. -En su opinión, ¿Ehud Olmert está capacitado para continuar con el proceso de paz? -Es una cuestión que en este momento no puede traducirse a la práctica. Antes de los resultados de las elecciones palestinas, hubiera contestado que sí al igual que cualquier otro dirigente que ganara las elecciones israelíes. Pero, ahora con Hamás no hay proceso de paz. -Está claro que el triunfo de Hamás ha convulsionado la Hoja de Ruta, ¿pero cree que pese a ello existen esperanzas de que el plan salga adelante? -Esperanzas siempre tenemos que tener porque somos padres, tenemos hijos, y es nuestra responsabilidad asegurar que el día de mañana el futuro sea pacífico, pero con Hamás no veo la posibilidad. Hay que recordar que es un grupo terrorista feroz que en los últimos 5 años ha enviado 50 suicidas a Israel que han matado a mujeres, a niños, a inocentes, a familias enteras... en las calles y hasta en las escuelas. En este sentido, no estamos hablando de Hojas de Ruta, estamos hablando de una realidad bastante negativa. -¿Qué papel juega la educación de cara a solucionar el conflicto palestino-israelí? -La educación es la clave, de ella depende mejorar nuestro futuro o empeorarlo. En el famoso acuerdo de Oslo que comenzó en 1993 se puso mucho énfasis en la educación, pero entre el énfasis y la realidad hubo un abismo. Mientras que en las guarderías israelíes los niños dibujaban el arco iris y la paloma de la paz, en las palestinas se enseñaba a los niños a poner cinturones bomba y a matar judíos. Pasaban los años y ya tenían la receta de la violencia. Si vamos a educar a nuestros hijos en la tolerancia y en la paz, tenemos un felpudo. Si vamos a permitir que poderes como Hamás tomen a nuestros hijos como rehenes y laven sus cerebros diciendo que es mejor que vivir que morir entonces no tenemos futuro. Durante años se han dedicado a lavar cerebros de jóvenes y convertirlos en bombas suicidas. -Olmert y el partido que representa, Kadima, han llegado a ser reponsabilizados de la victoria de Hamás por autorizar las elecciones en Jerusalén y por negarse a negociar con Abas. Desde su punto de vista ¿Hasta qué punto son responsables? -Hay muchos globos en el aire, y este es el más flojo. Olmert es el primer ministro en funciones desde hace pocas semanas, por lo que poner en sus manos o en las de la política israelí responsabilidades tan grandes es demasiado. Los palestinos han ido a las urnas y han elegido entre dos opciones. Aunque Israel tiene una presencia en el territorio palestino y está inmerso en un proceso, el análisis tiene que ser mucho más amplio, tiene que basarse en el fenómeno del terrorismo fundamentalista en Occidente. -¿Cree que la solución del conflicto está en la creación de dos Estados independientes? -La solución es tener dos Estados independientes, vecinos, democráticos y laicos cooperando el uno con el otro. La gran pregunta es cómo llegar a este reto. Por el momento no tenemos un horizonte claro, menos continuar con la política israelí de manera unilateral. La forma correcta es llegar a este reto en una fórmula de negociaciones abiertas y directas, aunque con Hamás ahora no es posible. -¿Hasta dónde está dispuesto a llegar el Gobierno de Israel en sus concesiones territoriales? -Israel es un ejemplo único en el mundo. No hay otro ejemplo en donde una entidad que estaba bajo guerras, ha ganado esas guerras y ha conseguido territorios defendiendo sus propios derechos, una vez vencido el enemigo esté dispuesto a conceder esas tierras a quienes les ha atacado para conseguir la paz. Lo hemos hecho en el pasado con Egipto y hemos empezado un proceso parecido con los palestinos después de cinco guerras donde el conjunto de los países árabes fue atacando a Israel para echarla al Mediterráneo. A lo largo del tiempo, creo que Occidente se olvidó de este sacrifico tan difícil y no hay otra nación en el mundo que haya sacrificado tanto por conseguir la paz. -Si se llegara a alcanzar un acuerdo de paz duradero, ¿sería necesario seguir manteniendo el muro de la división? -Es cuestión de tiempo. La verja metálica no es más que un obstáculo antiterrorista y, sobre todo, se trata de un obstáculo pacífico, no mata gente sino salva su vida. Hemos cerrado esta puerta para evitar la entrada de suicidas terroristas que puedan matar a nuestras familias, pero se puede mover. Cuando lleguemos a un acuerdo político pondremos la verja donde hace falta. El «arquitecto» de esta verja, el difunto señor Arafat, dio luz verde a Al Fatah y a Hamás e introdujo la violencia y el terrorismo. Él es el responsable. Entre vecinos no tendríamos que tener ninguna verja pero la realidad es que los israelíes y los palestinos son víctimas del terrorismo y este muro es un freno a la violencia. -¿Qué piensa de la mediación de EE.UU. en el proceso de paz? ¿Y cómo valora el papel desempeñado por el Gobierno español? -El papel de Estados Unidos es un papel crucial desde nuestro punto de vista. Se trata de un aliado que ha invertido mucho esfuerzo a lo largo de los años, ha conseguido un acuerdo equilibrado en la zona. España ha tenido su peso desde 1991, en el primer encuentro de Madrid, para conseguir la paz entre palestinos e israelíes. Miguel Ángel Moratinos ha desempeñado un rol muy importante, al igual que Javier Solana que ha invertido en los últimos años su carrera para lograr un acuerdo. -¿Qué implicaciones tiene la decisión tomada por Irán de reanudar su programa de investigación nuclear? -Irán es uno de los mejores ejemplos de lo que es el poder en manos de fundamentalistas. Irán dice claramente que va a conseguir poder nuclear y que va a borrar a Israel del mapa. Estamos hablando del siglo XXI, estamos hablando de 61 años después de la segunda guerra mundial y después de que han liberado el campo de exterminación de Auschwitz, un dirigente de un país dice que hay que borrar a los judíos del mapa y que hay que eliminar un estado. Este país es miembro de la ONU, tiene su espacio internacional, y es impensable e inaceptable algo así. Irán se ha convertido en una pesadilla para Israel y para Occidente y se puede ver la preocupación y el esfuerzo por tratar de frenar esta iniciativa tan mórbida de intentar conseguir una bomba nuclear. -Teniendo el caso de Irak, ¿no cree que un posible ataque de EE.UU. a Irán terminaría por desestabilizar la región? -Si Irán consigue tener una bomba nuclear se va a desestabilizar no sólo la región si no que Occidente no tendrá ya un momento de paz. Se trata de una amenaza con la que Israel no puede vivir, y tampoco imagino a la UE viviendo bajo la amenaza nuclear en manos de una entidad que no es democrática. Por el momento el conjunto de Occidente, y no sólo Estados Unidos, están tratando de frenar estas iniciativas iraníes de una forma diplomática y no militar. La intervención de Irak acabó con uno de los peores dictadores del siglo XX (Sadam Huseín), alguien que ha usado armas químicas contra su propia gente matando comunidades enteras de kurdos y que ha participado con su ejército en todas las guerras contra Israel. Su desaparición fue el comienzo de un proceso de democratización en nuestra zona. --¿Dónde está el límite legítimo entre tener energía nuclear pacífica para garantizar el desarrollo económico de un país y la sospecha de utilizar esa energía para obtener armas atómicas, teniendo en cuenta que Israel las posee? -Irán está yendo en contra de los acuerdos internacionales y no quiere energía nuclear para fines pacíficos. Estamos hablando de uno de los países petroleros más ricos, que también cuenta con reservas de gas. -¿Después de más de medio siglo de conflictos podrán convivir israelíes y palestinos algún día en paz y sin rencores? -Hay sentimientos que con el tiempo se hacen más ligeros, porque el tiempo cura los dolores. Si fuera por los palestinos y los israelíes ya habríamos llegado a un acuerdo, pero lamentablemente los palestinos han sido por muchos años rehenes de intereses en el mundo árabe. Tenemos que ser optimistas, es nuestra obligación para conseguir algún día la paz.