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Un centenar de presos murieron bajo custodia de EE.UU. en Irak y Afganistán

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Imanol Allende - corresponsal | londres
León

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Según un informe elaborado por el grupo de derechos humanos Human Rights First y recogido por el programa de noticias de la BBC Newsnight , casi un centenar de prisioneros han fallecido en Irak y Afganistán desde el año 2002 mientras se encontraban bajo custodia de las fuerzas militares norteamericanas desplegadas en estos dos países. En concreto según este informe elaborado con las informaciones obtenidas directamente del Pentágono, son 98 los prisioneros fallecidos, de los que 34 han sido considerados como posibles homicidios, esto es, muerte causada por un comportamiento intencionado o por negligencia. Torturados hasta la muerte El mismo informe indica que otros once fallecidos son considerados como sospechosos y afirma que entre ocho y doce prisioneros fueron torturados hasta causarles la muerte. La organización cita además el caso de un prisionero que fue lanzado desde un puente al río Tigris, en Irak, y el de otro que murió asfixiado en una bolsa de dormir en la que debió meterse. La representante del grupo de derechos humanos, Deborah Pearlstein, señaló que la información con la que se ha elaborado el informe no deja lugar a dudas sobre los atropellos de derechos humanos cometidos por las fuerzas estadounidenses sobre los prisioneros afganos e iraquíes. «Nosotros creemos en la veracidad y fiabilidad de esos hechos», indicó a la BBC. En el programa de la BBC, el embajador norteamericano en Irak, Zalmay Khalilzad, indicó que «la mayoría de la tropa norteamericana destinada en Irak se ha comportado dentro de la legalidad», aunque se vio obligado a admitir que han existido casos de abusos. «Los soldados son humanos, si violan la ley y cometen errores tienen que pagar por ello», aseguró el embajador al respecto. El parlamentario británico del Partido Laborista, Bob Marshall-Andrews, apuntó así mismo que «si los atropellos de los derechos humanos son sistemáticos, entonces la responsabilidad final descansa en lo más alto y esto afecta tanto al Gobierno británico como al norteamericano».