Rice descarta que Islamabad consiga el mismo trato que la India
Pakistán recibe a Bush con una huelgageneralyprotestasmasivas Críticas al acuerdo con la India Ansiedad en Italia por el misterioso secuestro de un bebé epiléptico
Temor ante la posibilidad de que Al Qaida lleve a cabo un atentado en su actual santuario
La embajada estadounidense y el palacio presidencial en Islamabad: el presidente norteamericano, George W. Bush, probablemente no visitará más que estos dos edificios altamente vigilados durante su primer viaje a Pakistán. Incluso la capital de su socio en la lucha contra el terrorismo es demasiado insegura. El pánico se adueñó de los vecinos de la embajada ante la visita de Bush. «Tengo miedo y me iré al pueblo de mi familia», dijo un paquistaní. El presidente y sus acompañantes no serán probablemente el blanco de los radicales debido a las enormes medidas de seguridad. Sin embargo, tanto Al Qaida como sus aliados saben que incluso con actos terroristas simbólicos atraerían la atención de todo el mundo y humillarían a Bush en su lucha antiterrorista. El jueves, un terrorista suicida arrastró consigo a la muerte a un diplomático norteamericano y a otras cuatro personas frente al consulado estadounidense de la ciudad portuaria sureña de Karachi. Bush se mostró valiente cuando en la capital india, Nueva Delhi, supo del atentado. «Terroristas y asesinos no van a impedir que viaje a Pakistán», dijo. El miércoles, coincidiendo con el inicio del viaje de Bush por el sur de Asia, el Ejército paquistaní mató en la zona fronteriza con Afganistán a 25 presuntos terroristas. Ayer el país vivió numerosos manifestantes contra la visita de Bush, y contra las caricaturas de Mahoma, especialmente en Karachi donde la policía hizo uso de gases lacrimógenos para dispersar a un millar de chiíes. En todo el país, las fuerzas de seguridad permanecen en alerta, mientras que los partidos islamistas convocaron una huelga general para protestar contra las caricaturas de Mahoma. El mismo trato que la India Después del acuerdo firmado entre Bush y la India en materia nuclear, Pakistán teme quedarse atrás y aspira a conseguir el mismo trato que su archienemigo. Sin embargo, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, ya dejó claro que el histórico acuerdo nuclear entre EE.UU. y la India no es planteable para Pakistán. El país tiene las manos demasiado sucias, tras el suministro ilegal de material nuclear a estados como Irán y Libia. El Gobierno de George W. Bush se enfrenta a una nueva minibatalla política en el Capitolio por el acuerdo nuclear alcanzado esta semana con India. La alianza sellada durante su visita al país asiático suscitará duras preguntas de la oposición en el Congreso y críticas sobre si este pacto no dará alas a Irán en su apuesta por dotarse de un programa nuclear, que vería legitimadas sus aspiraciones al denunciar, el «doble rasero» de EE.UU.. No obstante, y según los analistas, los asesores de Bush confían en poder acallar las críticas y el escepticismo por su confianza en que la necesidad de que India se erija como un contrapeso a China en Asia es una opinión ampliamente compartida en Washington. Italia siguió ayer con angustia la dramática historia de Tommasso Onofri, un niño de 17 meses que fue secuestrado la noche del jueves por ladrones que entraron en su casa, cercana a Parma, y que debe tomar un fármaco cada 12 horas para contener sus crisis de epilepsia. Sus padres y los portavoces de la familia realizaron con-movedores llamamientos a los captores para que, al menos, den al pequeño su medicina, porque de lo contrario su salud puede empeorar gravemente. «Tened piedad de nuestro hijo», dijeron los padres entre lágrimas. En una escena desoladora la madre de Tommaso, que ade-más padecía una bronquitis con fiebre alta en el momento de su captura, explicó que su hijo debe tomar una cucharada de tres mililitros del jarabe Tegretol. Se trata de un producto fácil de encontrar en farmacias, pero que necesita receta y con la relevancia del suceso expone a los secuestradores a ser descubiertos si van a comprarlo. Un caso anómalo A la conmoción del caso se suma también la extrañeza, porque los padres del niño no son en absoluto ricos, sino dos modestos empleados de correos. Por otro lado, es muy raro que incluso la mafia secuestre hoy niños, salvo el famoso caso de Giuseppe Di Matteo, de 11 años, hijo de un arrepentido que fue raptado, estrangulado y disuelto en ácido en 1994. Todo comenzó hacia las ocho de la noche del jueves, cuando la familia cenaba en su chalé, una casa aislada, y de repente se fue la luz. El padre abrió la puerta y en ese momento entraron en la casa dos hombres, con el rostro cubierto. Tras atarles con cinta, robaron tan sólo 150 euros y huyeron con el niño.