Rusia pide una «investigación internacional independiente» LOCALIZADOR LOCALIZADOR
Slobodan Milosevic vuelve a Serbia para recibir sepultura El Gobierno francés busca una solución a la revuelta estudiantil Título cuerpo 13 a 1 columna para secundarias Título cuerpo 13 a 1 columna para secundarias
Sus restos mortales serán expuestos en Belgrado antes de su entierro, previsto para el sábado
Los restos mortales del ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic están ya en su Serbia natal. Un avión transportó el ataúd del ex dirigente desde Amsterdam a la capital serbia, adonde llegó el mediodía de ayer, tras permanecer la víspera en la morgue del aeropuerto holandés. El cádaver será expuesto al público en Belgrado para recibir un homenaje antes de su entierro, previsto para el sábado. Milosevic será enterrado finalmente, sin honores nacionales, en Pozarevac, la ciudad serbia donde nació, y no en Belgrado, donde sus partidarios se preparaban no obstante para rendirle homenaje. El gobierno serbio rechazó organizar funerales de Estado en la capital para el hombre que murió mientras era juzgado por crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio, en los conflictos que llevaron al desmembramiento de Yugoslavia en los año 90. Sin embargo, el Partido Socialista (SPS) de Milosevic, formación que presidió hasta el final de sus días, anunció su intención de exponer al público los restos del ex dirigente serbio, hallado muerto el pasado sábado en su celda de La Haya. Investigación independiente El Parlamento ruso ha solicitado al respecto una «investigación internacional independiente» de la del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia sobre su muerte. Sin embargo, el jefe del equipo de cuatro forenses enviados a La Haya por Rusia para comprobar la autopsia de los médicos holandeses, Leo Bokeria, se mostró ayer conforme con el informe que revela que el ex presidente yugoslavo murió de un infarto. «Está argumentado y bien preparado», aseguró. El gobierno francés busca una salida airosa a la movilización de los estudiantes, que ayer se manifestaron masivamente en París. Lejos de remitir, el movimiento de los jóvenes contra el Contrato de Primer Empleo (CPE) se ha extendido ya a más de dos tercios de las universidades del país. El primer ministro, Dominique de Villepin, reunió el martes por la noche a su gobierno en un "seminario" dedicado en exclusiva al empleo juvenil. En una entrevista que publicó ayer la revista Paris-Match admite que quiso "ir rápido" en la tramitación y aplicación del contrato que los jóvenes identifican con el trabajo precario. Varios analistas políticos coinciden en que la solución perfecta para el gobierno sería que el Tribunal Constitucional, al que ha recurrido el Partido Socialista, obligue a la retirada de la ley a la que reprochan un defecto de forma. | e.s. Texto Texto