EE.UU. rebaja sus expectativas del diálogo con Irán sobre Irak

La Casa Blanca rebajó ayer las expectativas sobre las conversaciones que, en principio, mantendrían Estados Unidos e Irán sobre cómo mejorar la seguridad en Irak. A pesar de que ya se comenzaron a afinar los detalles de estos encuentros, el gobierno estadounidense justificó su escepticismo al recordar que ya habían recibido ofertas similares en el pasado que no llegaron a nada. No obstante, el portavoz presidencial Scott McClellan calificó de «interesante» el acercamiento iraní y señaló que «estamos empezando a ver algunas señales de que el régimen (de Teherán) comienza a escuchar». De materializarse finalmente, indicó que el objetivo es comprobar que la república islámica «cambia su comportamiento» y ayuda a la estabilización de la región. Casi al mismo tiempo, pero desde Sidney, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, señalaba que las conversaciones «podrían ser útiles» para calmar la situación en Irak. Tanto ella como McClellan dejaron claro que en las reuniones sólo se hablaría de la situación en Irak -Estados Unidos acusa a Teheran de dar cobijo a grupos insurgentes que operan en el país vecino- y no del contencioso nuclear que enfrenta a la república islámica con la comunidad internacional y que llegó ya al Consejo de Seguridad de la ONU. El canciller iraní, Manouchehr Mottaki, también excluyó dicha posibilidad. «Sólo hablaremos sobre cómo construir un gobierno fuerte y cómo mejorar la situación del pueblo iraquí». Iniciativa iraní La iniciativa para reunirse partió de Irán, después de que se lo pidiera el miércoles el influyente político chiíta Abdul Aziz Al Hakim, quien estuvo exiliado en Irán durante la dictadura de Sadam Huseín. El encargado de las negociaciones por la parte estadounidense será su actual embajador en Irak, Zalmay Khalilzad, quien ya sostuvo discusiones similares con funcionarios iraníes en su anterior puesto como embajador en Afganistán. El diplomático señaló que ya se están afinando los detalles sobre cuándo darían comienzo, siendo Bagdad, según él, el lugar más apropiado para ello. Mientras tanto, un día después de aceptar la invitación, la embajada estadounidense en Bagdad acusó en un comunicado nuevamente a Irán por interferir en los asuntos internos de su vecino, diciendo que la república islámica estaba realizando «actividades poco serviciales». Asimismo, líderes árabes suníes iraquíes expresaron sus «sospechas» sobre las conversaciones, rechazando cualquier acercamiento con Irán y señalando que no se sentirán comprometidos con los resultados que se pudieran llegar a alcanzar. El Frente del Consenso Iraquí (FCI), que agrupa a los partidos árabes suníes iraquíes, rechazó la idea de un diálogo entre Estados Unidos e Irán para mejorar la situación de la seguridad en Irak, y la calificó como «una flagrante injerencia». En un comunicado difundido ayer, el FCI afirma que los responsables de la seguridad en Irak son los propios iraquíes a través de sus diputados elegidos y su gobierno. «Sólo hablaremos sobre cómo construir un gobierno fuerte y cómo mejorar la situación del pueblo iraquí» MANOUCHEHR MOTTAKI Canciller iraní