Millón y medio de franceses exigen a De Villepin que retire el contratojuvenil

Sindicatos y organizaciones juveniles francesas cumplieron ayer su objetivo de sacar a la calle a un millón y medio de personas que exigieron la retirada del Contrato de Primer Empleo (CPE) en varias ciudades. El Gobierno reduce a un tercio la participación en esta segunda gran jornada nacional de movilización que podría tener como continuación una convocatoria de huelga general. De momento, han pedido «solemnemente» al presidente Chirac que intervenga . Las 160 manifestaciones convocadas se desarrollaron con normalidad, aunque nuevamente se produjeron incidentes tras su disolución en Lille, Rennes, Nancy y París. En la capital, las fuerzas del orden abortaron un primer brote de disturbios pasadas las seis de la tarde en la plaza de La Nación, donde concluía el trayecto de la marcha capitalina. El medio centenar de agitadores que iniciaron el lanzamiento de proyectiles y llegaron incluso a quemar un coche fueron rápidamente neutralizados por policías de paisano. Se practicaron 14 detenciones. Dos horas después, varias decenas de jóvenes encapuchados y con gafas de buceo para protegerse de los gases lacrimógenos lanzaban objetos contra los antidisturbios: piedras, vallas metálicas, jardineras, adoquines¿ Los observadores coinciden en que no eran parte de la manifestación . Pero la marcha en sí transcurrió con normalidad e incluso en un ambiente festivo: varias generaciones se unieron para denunciar la «precariedad» que supone el CPE y entre las 350.000 personas congregadas los jóvenes no eran mayoría. Los líderes sindicales y estudiantiles se unieron en la cabecera de la manifestación y advirtieron que la movilización continuará. Fuerza Obrera y CGT se han pronunciado ya por convocar una huelga gene-ral si el Gobierno no cede. Los estudiantes protagonizarán una nueva protesta el jueves. Las otras 159 manifestaciones celebradas en el resto del país, por la mañana, y tuvieron un seguimiento significativamente mayor que las precedentes. A pesar de la presencia activa de los servicios de orden de los sindicatos, la calma dominante se rompió en Lyon donde el cortejo se encontró con una concentración de turcos que protestaban por la construcción de un memorial dedicado a las víctimas del genocidio armenio. Un fotógrafo y un camarero resultaron heridos en los enfrentamientos. Al término de las concentraciones de Lille y Rennes se produjeron también actos de vandalismo y ataques a los antidisturbios. En Nancy, un grupo ocupó la estación y las vías del ferrocarril. Los sindicatos calculan que 130.000 personas se manifes-taron en Marsella, 50.000 en Toulouse y Burdeos, 35.000 en Pau y Rennes, y 20.000 en Rouen y Montpellier. «¿De qué sirve esperar a la próxima protesta cuando miles de personas, sindicatos, asociaciones de padres y de alumnos están tan mentalizados?» FRANÇOIS HOLLANDE Partido Socialista francés