Los «halcones» de las favelas

Un crudo documental sobre los halcones, soldados infantiles del narcotráfico de las favelas, mostró por primera vez en la televisión de Brasil la trágica realidad de esos niños: 15 de los 16 entrevistados entre 1998 y 2003 están muertos, y el otro está preso. En el film, los halcones, los centinelas que alertan a los capos de la favela sobre la llegada de la policía o de bandas rivales, hablan abiertamente del consumo de drogas, de la corrupción policial y el asesinato de los delatores. A través del relato de los protagonistas, el documental busca las causas del ingreso de los niños al mundo del narcotrafico. Con sus rostros tapados con una banda negra o imágenes difusas para que no puedan ser identificados, cuentan historias de abandono y de aceptación de la muerte. «Si muero, otro nacerá mejor o peor que yo. Si muero descansaré», dice un pequeño de unos 10 años. La película fue difundida por el programa Fantástico de la TV Globo cuya audiencia es de unos 60 millones de personas. Fue realizada por el rapero MV Bill, nacido en la favela de Río Ciudad de Dios, en colaboración con su representante Celso Athayde, otro niño de la calle. Los relatos muestran una devoción casi religiosa por las armas. «Mi mejor amigo es un fusil AK 47», dice uno de los chicos. Otros señalan que los malos tratos en la familia y el abandono los condujeron al mundo de las drogas. «Mi padre no venía a casa más que a pegarme. Tengo 17 años y nunca festejaron mi cumpleaños», afirma uno de ellos. Los pequeños reclutas del narcotráfico se drogan. A veces para tomar coraje antes de una batalla, otras por diversión y muchas otras más para cumplir su tarea que no admite distracciones. «La cocaína me ayuda a mantenerme despierto durante mis guardias nocturnas», apunta un adolescente. Por la policía sienten odio y desprecio. «De día los policías vienen a la favela. De noche vienen a extorsionarnos», afirma uno de los entrevistados. Uno de los muchachos tiene su teoría para explicar por qué la policía no puede con el narcotráfico: «Si el tráfico termina, sus salarios no son suficientes para que les rindan hasta fin de mes». Todos los testimonios ponen en evidencia un profundo rencor hacia los uniformados. «Cuando tenía 10 años me abofetearon. Eso lo guardo hasta hoy dentro de mi corazón», afirma un muchacho. El documental provocó reacciones encontradas. Expertos en violencia lo consideraron «positivo» en la medida en que humaniza a esos niños. Algunos educadores, en tanto, estimaron que el film puede aumentar el resentimiento contra esos adolescentes. Con una cámara digital, MV Bill y Athayde registraron 217 horas de imágenes, la mayoría en horas de la noche, en favelas de todo Brasil. Para ganarse la confianza de los halcones sin llamar la atención de la policía aprovechaban las presentaciones de MV Bill con sus shows de rap en las favelas.