Indagan si los marines asesinaron a 15 personas por venganza por la muerte de un compañero
EE.UU. investiga la muerte de 26 civiles iraquíes a manos de sus soldados
Un militar, declarado culpable de maltratar con perros a presos en Abu Ghraib
«No quería ir a la guerra. Asumir que yo quería la guerra es, simplemente, erróneo» GEORGE W. BUSH Presidente de EE.UU. El ejército estadounidense decidió abrir una investigación para esclarecer si la muerte de 15 civiles iraquíes el pasado noviembre se debió a un enfrentamiento con insurgentes, como reza la versión oficial, o a la venganza de los marines, como sostiene la revista Time en su edición de esta semana. Los hechos se remontan al 19 de noviembre del 2005 cuando una bomba estalló al paso de un convoy militar estadounidense en las cercanías de Haditha, en la provincia de Anbar. Como resultado del ataque murió Miguel Terrazas, de 20 años. Lo que siguió después está aún por aclarar. La versión proporcionada por los mandos militares en la línea del frente señala que entonces la unidad se vio en medio de una emboscada que dejó como resultado la muerte de 15 civiles y ocho insurgentes. Sin embargo, y según a la información obtenida por Time, que afirma tener un vídeo de la trifulca, los 15 civiles -entre ellos siete mujeres y tres niños- murieron a manos de los marines que actuaron en venganza por la pérdida de Terrazas. Según una de las supervivientes de la masacre, Eman Waleed, de 9 años, los soldados entraron en su casa -ellos dicen que tras la explosión recibieron disparos desde allí- y mataron a sangre fría a sus familiares. «Dispararon a mi abuelo, primero en el pecho y luego en la cabeza. Luego mataron a mi yaya». El resto de adultos trataron de protegerla a ella y a su hermano de ocho años muriendo en el intento. Fuentes militares confirman que efectivamente los soldados entraron en la casa pero que cuando se encontraban en un pasillo con dos puertas cerradas a ambos lados creyeron escuchar el ruido que se produce al montar un arma de fuego, comenzando a disparar. Según Time , los soldados se dirigieron entonces a otra vivienda vecina donde mataron a ocho personas: el matrimonio dueño de la casa, la hermana de él, su hijo de dos años y sus tres hijas pequeñas. Antes de irse, entraron a otra casa. Según Yousif, uno de los hijos del dueño, metieron a sus cuatro hermanos en un armario y abrieron fuego. Los mandos señalan que si bien entraron a las casas sólo dispararon contra hombres armados. Sobre el episodio del armario, dicen que es tan pequeño que no cabría ni un niño. El resultado es que tras cinco horas murieron 23 personas, 15 de ellas clasificadas como civiles. Las víctimas fueron trasladadas a un hospital cercano donde los marines dijeron que habían fallecido en la explosión pero según uno de los médicos «las heridas de bala eran evidentes». El ejército investiga también lo ocurrido en la ciudad de Ishaqi, donde la policía iraquí acusa a soldados estadounidenses de matar a 11 personas, incluidos cinco niños. Los marines afirman que sólo murieron cuatro. En las últimas 24 horas más de 50 personas han muerto en Irak, incluyendo 17 policías. La CIA sobornó a Sabri También ayer la cadena NBC informó que la CIA pagó 100.000 dólares a Nayi Sabri, el último ministro de Asuntos Exteriores del régimen de Sadam Huseín, a cambio de información sobre sus programas nucleares. Por otro lado, el sargento Michael Smith fue declarado culpable por un tribunal militar por su papel en las torturas en la prisión iraquí de Abu Ghraib. Smith, que enfrenta la mayor pena de cárcel impuesta a los hasta ahora nueve condenados por este escándalo, es el soldado que aparecía en las fotos de los abusos sosteniendo la correa de un perro mientras ladraba a escasa distancia a un atemorizado detenido.