Los jóvenes volvieron a protagonizar violentos enfrentamientos con la policía en París
De Villepin se niega a claudicar ante las protestas estudiantiles
Aceptaría reducir el tiempo de prueba a un año y que el despido fuese «explicado»
El primer ministro francés se mantiene firme. Dominique de Villepin confirmó ayer a los par-lamentarios de su partido que no retirará el contestado Contrato de Primer Empleo aunque sí está dispuesto a flexibilizarlo. Sindicatos y estudiantes continúan las protestas, que ayer volvieron a ser violentas, especialmente en París. La duración del período de prueba y la justificación del despido, los dos aspectos más controvertidos de la ley serían negociables pero no «desnaturalizables», según explicó el primer ministro a un grupo parlamentario dividido entre los que aplauden la rigidez de su postura y los que piden «que coja el teléfono y les cite para hablar». Entre sus concesiones estaría una «explicación», que no justificación, para el despido, y la posibilidad de reducir a un año el tiempo máximo para hacerlo efectivo, algo que «deberán negociar por sectores los interlocutores sociales». La retirada de la ley es imposible porque significaría que «capitulamos ante la lógica de los ultimátum y las condiciones previas. Esto, nuestro electorado no lo quiere y no nos lo perdonaría», dijo Villepin, cuando falta poco más de un año para las elecciones presidenciales, seguidas de las Legislativas. 1397124194 Críticas en el Parlamento Arropando a su jefe, Dominique De Villepin, los diputados de la Unión por un Movimiento Popular (derecha) abandonaron el pleno del Parlamento centrado en el Consejo Europeo de Bruselas cuando el portavoz socialista lo acusó de «orgulloso». Jean-Marc Ayrault señaló que De Villepin está «mudo por el egoísmo» y que tiene a «Francia encadenada a su destino personal». Para la oposición, es De Villepin quien tiene la culpa de este «momento especialmente peligroso» por su «obstinación insensata». Los sindicatos depositaron ayer los preceptivos preavisos para la gran jornada de movilización del martes. Uno de los primeros fue el de ferrocarriles. Las centrales se sumarán a los estudiantes en las manifestaciones previstas para mañana. Ayer fueron los jóvenes los que volvieron a salir a la calle, unos 40.000 en toda Francia, 4.000 en París. Nuevamente el barrio Latino fue escenario de violentos enfrentamientos entre varias decenas de manifestantes y las fuerzas del orden. Más de 50 vehículos resultaron dañados. La protesta coincidió con otra convocada por los partidarios de volver a las aulas. Según las últimas cifras, 60 de las 84 universidades del país se encuentran seriamente pertur-badas, al igual que el 25% de los institutos. Los adolescentes volvieron a protagonizar agresiones y disturbios en la periferia parisina. Un liceo de La Courneuve sufrió destrozos de importancia. En otro de Nancy la policía tuvo que desalojar a los jóvenes. En Brest, los antidisturbios lograron evitar el bloqueo del puerto petrolero y en Normandía, el de varias estaciones de ferrocarril. Mientras, el Tribunal Administrativo de Grenoble, al que recurrieron los decanos de tres facultades bloqueadas, les ha dado la razón y a los estudiantes, un plazo de 72 horas para que «liberen los lugares» so pena de multa de 50 euros diarios por persona. «Retirar la ley es imposible porque significaría que capitulamos ante los ultimátums» DOMINIQUE DE VILLEPIN Primer ministro francés