Berlusconi se opone a una «Italia pluriétnica» llena de inmigrantes

Silvio Berlusconi aspira a ganar las elecciones del 9 y 10 de abril a base de acaparar los titulares. Para ello le basta con decir cada día una más gorda y dar rienda suelta a sus improperios contra la izquierda, la magistratura y los periodistas. El único problema es elegir entre una decena de frases de antología. Sigue pintando a la oposición como comunistas con cuernos, y el domingo llegó a decir en un mitin: «Leed el Libro negro del comunismo (publicado por cierto por su editorial, Mondadori) y veréis que en la China de Mao los comunistas hervían niños para abonar el campo». Ayer dijo que se sentía amenazado y que Italia «no es una democracia completa» porque la oposición le ha vuelto a plantear que debería elegir entre la política o sus empresas. Luego dio por los inmigrantes: «No queremos una Italia pluricultural, pluriétnica, estamos orgullosos de nuestra cultura». Sus palabras sólo fueron bienvenidas por Calderoli, el ex ministro de la xenófoba Liga Norte que tuvo que dimitir por su camiseta de Mahoma. | í.d.