Chirac, presionado para que De Villepin ceda en la ley laboral

Francia espera que su presidente anuncie hoy una decisión significativa que acabe con el diálogo de sordos entre gobierno y organizaciones sociales por el Contrato de Primer Empleo (CPE). Sindicatos y estudiantes mantienen el pulso con una nueva convocatoria de movilización nacional para el próximo 4 de abril, seguros de volver a superar el millón de personas en la calle. Y ayer pidieron «solemnemente» la intervención de Jacques Chirac, que hasta ahora siempre ha dado su apoyo a su cuestionado primer ministro, Dominique de Villepin. Las 12 organizaciones que articulan la protesta contra el nuevo contrato laboral han pedido por carta a Jacques Chirac que haga «valer todo su peso y sus prerrogativas institucionales» para salir de la crisis. Recuren al presidente de la República  ante la «falta de comprensión del gobierno durante dos meses» y  aseguran que la aceptación de su demanda «es la condición necesaria e indispensable para la apertura del diálogo social». El Elíseo ha confirmado que el presidente hablará una vez que el Consejo Constitucional se pronuncie, previsiblemente hoy, sobre el recurso presentado por el Partido Socialista. Los expertos en derecho constitucional coinciden en que las posibilidades de una censura abierta a la ley son escasas, pero sí creen factible que el Consejo, constituido por diez «sabios» y presidido por un fiel a Chirac, manifieste sus reservas sobre el despido sin justificación, lo que bastaría al presidente para enviar de nuevo la Ley de Igualdad de Oportunidades, que regula el CPE, a la Asamblea Nacional. Allí, el primer ministro volvió a reiterar su disposición a «mejorar» las condiciones del contestado contrato. Pero lo más reído y comentado fue su lapsus cuando dijo esperar la «dimisión»  en lugar de la «decisión» del Consejo Constitucional. Orden de volver a clase A pesar del clamor de la calle, el gobierno no habló de la protesta en su reunión de ayer porque «no estaba en el orden del día». Aún así, el ministro de Educación, Gilles de Robien  hizo llegar una circular que no ha gustado nada a los directores de institutos: les ordena recurrir a la fuerza pública si es necesario para que las clases se reanuden esta misma mañana. Los responsables de los centros coinciden en que es «una torpeza». Las dos principales asociaciones de estudiantes de bachillerato llaman a continuar la movilización ante esta decisión que «demuestra el talante democrático» del gobierno.