Ehud Olmert deberá pactar para formar el nuevo Gobierno israelí

Tras una estrecha victoria, el primer ministro electo de Israel, Ehud Olmert, aspira a formar una coalición de gobierno lo más amplia posible y en su entorno ya se ha comenzado a trabajar para obtener el apoyo de cuatro partidos que cuentan con 46 mandatos y que se sumarían a los 28 escaños de Kadima. En el punto de mira de Olmert están el partido laborista, con veinte mandatos, los ultraortodoxos sefardíes de Shas, con trece, el partido de los jubilados, con siete, y los ultraortodoxos askenazis de Judaísmo Unido del Pentateuco, con seis. A Kadima el resultado de las elecciones le ha producido sensación agridulce ya que, por una parte, esperaban obtener por lo menos 35 escaños, aunque por otro lado están satisfechos con un reparto de poder les permitirá formar una coalición sólida para gobernar durante los próximos cuatro años. Los dirigentes de Kadima sostienen que el partido debe trabajar para conseguir mantener en sus manos las tres carteras más importantes, Exteriores, Defensa y Economía, algo que será difícil puesto en las negociaciones con sus socios tendrán que ceder de una manera u otra. El ministerio de Exteriores irá a parar con toda seguridad a Tzipi Livni, que es la número dos de Kadima, mientras que los laboristas insisten en que desean para ellos Economía, una cartera que durante la campaña Olmert prometió que se reservaría para sí mismo. Economía por Defensa El líder laborista, Amir Peretz, se ha mostrado dispuesto a renunciar a Economía a cambio de Defensa siempre que Kadima acepte dos condiciones: comprometerse sin reservas a impulsar un programa social que incluya elevar el salario mínimo y universalizar las pensiones, y aceptar que los laboristas puedan vetar los presupuestos generales si no responden al programa social que los dos partidos pactarán. Peretz se puso este miércoles en contacto con los otros dos partidos cuyos programas contienen reclamaciones sociales -Shas y los jubilados- para establecer un bloque de 40 escaños y un frente común para negociar posteriormente con Kadima las cuestiones sociales y económicas que reclaman. Cinco de los siete diputados del partido de los jubilados han sido sindicalistas por lo que Peretz, que durante años presidido el principal sindicato del país, espera hallar un terreno común para impulsar las reformas que ha defendido durante la campaña. Olmert tiene un gran interés en formar la coalición de 74 escaños -en la Kneset hay 120 asientos- puesto que de esta manera estaría en situación de pactar un programa con los laboristas y Kadima no se convertiría en rehén de ninguno de los tres partidos minoritarios ya que ninguno de ellos tendría escaños suficientes para dejar en minoría a la coalición. De esa manera evitaría un conflicto que tiene con Shas ya que el líder espiritual de los ultraortodoxos sefardíes, el rabino Ovadia Yosef, se expresó hace algunos meses en contra del plan unilateral de Olmert para retirarse de parte de Cisjordania. Yosef, sin embargo, apoya la iniciativa de la Hoja de Ruta. Las negociaciones para formar la coalición podría prolongarse durante semanas aunque la intención de Olmert es que el nuevo gobierno esté listo justo después de la Pascua.