Diario de León

| Análisis | Tras la estela de Sharón |

Ganar por la mínima

Publicado por
Miguel Murado
León

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Lo más curioso del éxito de Ehud Olmert es que todo el mundo pensaba que su momento ya había pasado. Se habló mucho de su naciente estrella política, allá por los primeros años noventa, cuando dirigía la alcaldía de Jerusalén como quien lleva una campaña electoral. Se le comparaba entonces con «Bibi» Netanyahu, a quien acaba de derrotar ahora. Como él, Olmert era un buen comunicador, «americanizado», tecnócrata¿ Pero le faltaba algo, eso que suele llamarse «carisma» y que en Israel significa casi siempre una sola cosa: condecoraciones militares. Cuando, en 1999, le derrotó en su propio partido Ariel Sharón, pareció el fin. Ha tenido que ser la inesperada enfermedad del mismo Sharón la que le haya sentado ahora en el sillón de primer ministro. Pero cada hombre se hace su propia suerte y es cierto que Olmert ha trabajado a fondo la suya. Su falta de simpatía ha sabido suplirla con otro rasgo menos celebrado en política, pero más útil: el oportunismo. El Olmert del siglo XXI es como el Shimon Peres del siglo XX: un político que ha aprendido a pasar de forma indolora de un ideario innegociable a otro ideario innegociable distinto, según la ocasión lo requiera. Dentro del Likud, fue el primer en proponer la reformulación de la ocupación de Gaza y Cisjordania sobre bases más realistas, y logró persuadir de ello a quien quizá fuese la persona más difícil de convencer en el mundo, Ariel Sharón. Es ese mérito, no las elecciones, el que le ha dado el poder ahora a Olmert y una fama de «moderado» que hace sonreír a quienes conozcan su carrera política, la de un antiguo cachorro del extremista «Herut», vinculado luego durante años al peligroso general Zeevi, en cuyos manejos mafiosos estuvo a punto de verse implicado. Las elecciones, en realidad, no le han salido como él esperaba. Pero eran un trámite. Olmert, gran aficionado al fútbol (su hijo es el portavoz del Beitar F.C.), sabe que ganar, incluso por la mínima, es ganar.

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