Chirac promulga el contrato juvenil,pero impedirá que sea aplicado

El presidente francés, Jacques Chirac, promulgará la Ley de Igualdad de Oportunidades, que regula el controvertido contrato de primer empleo (CPE) pero no dejará que se aplique hasta que el Gobierno modifique los dos aspectos que han llevado a la contestación de estudiantes y sindicatos: el período de prueba de dos años y el despido sin justificación. En una declaración institucional, «en exigencia del interés nacional», el presidente de República dijo haber dado instrucciones al Ejecutivo para que cambie la ley de tal forma que el período de prueba se reduzca a la mitad (un año) y se fije el derecho a conocer el motivo del despido. Pidió a sindicatos y estudiantes que se unan al diálogo para realizar las modificaciones. «Un gran debate nacional» Chirac apostó además por «un gran debate nacional» que facilite la inserción de los universitarios en el mundo laboral. El presidente dijo comprender «a los que rechazan la precariedad», pero defendió la validez de la iniciativa del primer ministro, Dominique de Villepin, con quien se reunió durante tres horas antes de dirigir su mensaje a la nación. La ley no se retira porque «el Parlamento la votó, el Consejo Constitucional la validó y esto tiene un valor en democracia». Sin embargo, no podrán firmarse nuevos contratos tal y como los regula. Los estudiantes, concentrados por millares en las plazas de las principales ciudades de Francia, recibieron las palabras de Chirac como un jarro de agua fría. Para Bruno Julliard, presidente de la UNEF, Chirac ha dado «una prueba de sordera» al no escuchar su reivindicación, «la retirada pura y simple del CPE» porque «no se enmienda la precariedad». Desde la CGT, Bernard Thibault se pronunció en esta misma línea, porque «no está la concesión fundamental, se trata sólo de remiendos». También el socialista Laurent Fabius consideró que el anuncio de Chirac «no corresponde en absoluto a la realidad de la situación». El secretario general socialista, François Hollande, opinó que «Chirac ha sembrado la confusión» y «ha fallado en su objeti-vo de calmar los ánimos». En la plaza de la Bastilla miles de estudiantes permanecieron concentrados en medio de la decepción por lo que consideraban «el último recurso». Las asociaciones de estudiantes coinciden en que las movilizaciones continuarán, incluida la gran jornada prevista para el martes. Apenas unos minutos después de la intervención de Chirac, el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, le felicitó «por esta decisión sabia» y pidió responsabilidad a los sindicatos para recuperar la paz civil «una vez que va a redactarse una nueva ley». Una diferencia de interpretación que servía al centrista François Bayrou para sentenciar: «Promulgar una ley para que no se aplique es caer en el ridículo». Los sondeos sitúan la popularidad del jefe del Estado bajo mínimos. Chirac ha batido el récord de los presidentes de la V República con la confianza de un 20% de sus compatriotas.