Villepin descarta dimitir y abre la puerta a la derogación del contrato

Por primera vez, Dominique de Villepin no ha excluido la retirada del Contrato de Primer Empleo (CPE) si es el precio a pagar para salir de la crisis. Con un fondo de disturbios en todo el país, el primer ministro desmintió ayer cualquier tentación de dimisión, dispuesto a «librar la batalla del empleo hasta el final» En su novena conferencia de prensa mensual desde que es jefe del Gobierno, Villepin habló por primera vez del «diálogo sin tabúes» abierto con sindicatos y estudiantes. Y no cerró la puerta a la derogación de la ley que regula el CPE antes de las vacaciones parlamentarias, tal y como exigen las doce organizaciones de la Intersindical. Tras mantenerse firme durante semanas en su negativa a retirar o «desnaturalizar» el contrato de la discordia, Villepin se mostró «dispuesto a examinar todas las propuestas que estén sobre la mesa» porque «es hora de salir de la crisis para recuperar la serenidad y la unidad del país» y «cada uno debe ejercer sus responsabilidades». Se reprochó haber querido «ir demasiado deprisa». Admitió que se habían producido «malentendidos e incomprensiones» y se negó a darse por aludido cuando le preguntaron por el peso creciente del ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, encargado por el presidente Jacques Chirac de conducir las negociaciones. «No soy susceptible» aseguró, sin mencionar a Sarkozy. Mientras Villepin comparecía ante los medios informativos, los jóvenes cortaban nuevamente carreteras y vías. En París, unos 2.000 ocuparon sucesivamente todas las estaciones de ferrocarril, provocando retrasos y diversos daños. Viajar a España desde el aero-puerto de Orly se convirtió en una pesadilla para los pasajeros con vuelos matinales. Entre me-dio y un millar de trabajadores y estudiantes bloquearon los accesos a las terminales sur y oeste del aeropuerto hasta primeras horas de la tarde.