El presidente de Irán desobedece a la ONU y no cree que haya ataque

El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, dijo ayer que no cree que «las potencias occidentales» ataquen a su país, en referencia a las informaciones aparecidas que señalan la posibilidad de una acción militar de Estados Unidos contra Teherán. En una rueda de prensa en la capital iraní, Ahmadineyad dijo que la imposición de sanciones contra su país por su controvertido programa nuclear «no sirve a los intereses» de Occidente. Además, insistió en que los planes nucleares de Teherán tienen fines pacíficos y aseguró que su Gobierno no dispone de ningún programa secreto de uso de la energía atómica con objetivos militares. El régimen iraní, añadió el presidente, está en contra del armamento químico y nuclear. Ahmadineyad, que dijo que su país está dispuesto a negociar «con todo el mundo» con el objetivo de lograr la paz y la seguridad mundial. Además, el presidente mostró su disposición a colaborar con el Organismo Internacional de la Energía Atómica y afirmó que su gobierno desea que dicha organización continúe con la supervisión de las centrales nucleares iraníes a través de las cámaras que tiene instaladas. Por otra parte, Ahmadineyad, volvió a cuestionar la existencia del holocausto judío y criticó que sólo haya lamentos para un «pequeño número» de las víctimas de la II Guerra Mundial. El ultraconservador dirigente iraní dijo que «durante la Segunda Guerra Mundial murieron más de 60 millones de personas pero únicamente se llora por un pequeño número de las víctimas». «Vamos a pensar que fuese verdad (el holocausto), ¿por qué deben pagar (por ello) otro grupo de personas?», se pregunto Ahmadineyad en alusión a los palestinos. Las referencias de Ahmadineyad al holocausto judío y a su programa nuclear se producen un día después de que Estados Unidos, que considera necesario tomar medidas para frenar los planes nucleares de Irán, pidiese a otras naciones, especialmente a Rusia, que congelen la venta de armas y de tecnología a Teherán. El otro discurso Poco antes de estas declaraciones, el régimen dejó claro que Irán no se someterá a la exigencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de que suspenda el proceso de enriquecimiento de uranio a más tardar el próximo viernes. Lo declaró el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Manuchehr Mottaki. Estados Unidos, con ayuda del Consejo de Seguridad, «quiere contrarrestar la voluntad firme del pueblo iraní», dijo el canciller durante una conferencia sobre seguridad regional. «Ellos dicen: 'nosotros podemos poseer armas nucleares, pero ustedes no pueden tener la tecnología nuclear», prosiguió el ministro, quien consideró que «esta lógica está condenada, y la nación iraní lo probará estando firme y unida». El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas pidió a Irán que suspenda el enriquecimiento de uranio de aquí al 28 de abril. El domingo, el portavoz de la diplomacia iraní, Hamid Reza Assefi, había confirmado la posición de Teherán según la cual el enriquecimiento de uranio es «irreversible». EE.UU. no oculta su intención de imponer sanciones a través del Consejo de Seguridad, incluso la autorización de un recurso a la fuerza, para conseguir que Irán acate las directrices de Occidente. Teherán afirma que su programa nuclear tiene un objetivo civil peroBush y sus aliados sospechan que encubre una parte militar para fabricar la bomba atómica. El presidente de Irán, Mahmud Ahmadienyad, ha pedido que se permita a las mujeres iraníes asistir a los partidos de la selección iraní de fútbol en la República Islámica. Ahmadineyad hizo esta petición a través de una carta enviada al director del Organismo de Preparación Física de Irán, en la que instó a que «los mejores lugares de los estadios sean preparados para las mujeres». Frente a esta postura, el líder ultraconservador iraní se ha expresado a favor de que las mujeres iraníes lleven el velo islámico, al afirmar que éste «es una elección histórica». Al mismo tiempo, rechazó las acusaciones entre la corriente conservadora iraní contra las mujeres que no llevan el velo de estar detrás la «corrupción social» en el país. «Las mujeres iraníes por tener la grandeza del espíritu, la conciencia y la fe han elegido siempre lo mejor, incluida la vestimenta islámica», dijo Ahamdineyad el domingo durante una reunión del Consejo de Ministros. El régimen de los ayatolás apuesta por el tradicional «chador», que cubre todo el cuerpo de la mujer desde la cabeza a los pies, pero tolera el uso del «hiyab», un pañuelo corto de cualquier color que cubre la cabeza.