Blair remodelará su Gobierno ante el temor a una derrota en los comicios locales
El Gobierno laborista británico hace frente a una de sus semanas más difíciles de los últimos meses. No es un comentario gratuito, lo ha reconocido Alistair Darling, el ministro de la gobernación y mano derecha del primer ministro británico Tony Blair. Tal es la ansiedad y temor a una derrota aplastante en las urnas en las elecciones locales que se celebran mañana en Inglaterra y Gales que ayer los medios escritos sensacionalistas ingleses no escatimaban en sus suposiciones negativas, llegando a afirmar que los últimos batacazos políticos laboristas junto con los escándalos de dos de sus pesos pesados en el Gobierno, podrían llevar a Blair a remodelar su gabinete en un intento desesperado por ganar un puñado de votos. Lo que sí parece evidente es que Blair ha tomado personalmente las riendas de la campaña electoral en un intento por aprovechar su carisma personal -nadie cree que ya le queda un rastro de carisma- y poder salvar las elecciones del jueves. Ayer pidió a los votantes que se centraran en los logros del Gobierno y no en los titulares de la prensa. Retoques Lo que sí es seguro es que sea cual sea el resultado de las elecciones locales Blair llevará a cabos ciertos retoques en su gabinete. Uno de los ministros que abandonarán su despacho es su actual ministro del interior Charles Clarke, tras su polémica decisión de poner el libertad a 1.023 delincuentes extranjeros que tenían que haber sido extraditados. Otro ministro que puede tener sus días contados es el viceprimer ministro John Prescott, tras haberse descubierto una relación adúltera con su secretaria personal. En este contexto, más allá de las elecciones locales y del destino político de Clarke y Prescott, el principal interrogante que sigue pendiente en los medios políticos británicos es cuando se irá Tony Blair. Si éste ha afirmado siempre que prevé dirigir un tercer y último mandato «completo» en Downing Street, cada vez son más numerosos, incluso en el interior del Partido Laborista , los que desean una fecha anticipada para que entregue el poder a Gordon Brown.