Zapatero, Merkel y Chirac improvisan una «minicumbre» en un salón del hotel donde se alojan
La UE reconoce que los recursos son de Iberoamérica pero pide pactos
«Si no hay diálogo entonces no hay confianza y sin confianza se pierden inversiones», avisa Chávez
El texto de conclusiones de la cumbre de Viena entre la UE, América Latina y el Caribe, pactado ayer por los ministros de Exteriores de ambas partes, reconoce «el derecho soberano» de cada país a gestionar sus recursos energéticos, pero aboga por la cooperación en el área comercial y legal. «Reconociendo el derecho soberano de los países a gestionar y regular sus recursos naturales, continuaremos y reforzaremos nuestra cooperación para establecer un marco comercial equilibrado y unos regímenes reglamentarios más compatibles», reza el texto. La redacción del párrafo fue pactada antes del pasado 1 de mayo, fecha en que el Gobierno boliviano anunció la nacionalización de sus hidrocarburos, y no ha sufrido modificaciones desde entonces. Igualmente, la declaración de la cumbre, que debe ser aprobada hoy por los jefes de Estado y de Gobierno, recoge «la importancia de desarrollar e invertir en la infraestructura energética necesaria para garantizar la disponibilidad y el acceso» a los recursos. La comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, explicó que «todos los países pueden gestionar de forma soberana sus recursos naturales pero en el caso de que haya contratos firmados se requiere un diálogo entre los estados y los inversores». «Si no hay diálogo entonces no hay confianza y sin confianza se pierden inversiones, lo que es malo para el desarrollo económico del país y para el empleo», agregó Ferrero-Waldner ante la prensa. A la pregunta de cómo debe interpretarse el texto a la luz de la nacionalización boliviana, la ministra de Exteriores austríaca y actual presidenta del Consejo de la UE, Ursula Plassnik, respondió que «no hay lugar para dudas» sobre la soberanía nacional de la gestión de los recursos energéticos y recordó que éste «es también un punto importante para la Unión Europea». «En mi propio país, no queremos injerencias sobre cuál debe ser el cóctel energético que empleamos», dijo Plassnik quien apostó además por seguir trabajando conjuntamete sobre la «diversificación» de las fuentes energéticas y la promoción de las energías renovables. En Viena, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, mantuvo ayer una distendida conversación de unos veinte minutos a su llegada a Viena con el presidente francés, Jacques Chirac, y la canciller alemana, Angela Merkel. La conversación se desarrolló en el céntrico hotel de Viena en el que los tres se alojan con motivo de su presencia en la capital austríaca para participar en la cumbre Unión Europea-América Latina y Caribe. El ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Angel Moratinos, esperaba en uno de los salones del hotel a Zapatero para trasladarse hasta el lugar en el que se celebró la cena cuando coincidió con el presidente francés. Ambos se saludaron y, mientras conversaban, llegó primero el presidente del Gobierno español y más tarde la canciller alemana. Merkel, Chirac y Zapatero improvisaron entonces una «minicumbre» de unos veinte minutos de duración en la que se sucedieron comentarios muy distendidos y se habló de la importancia de una cumbre como la que les hace coincidir en Viena, especialemente en asunto de Bolivia.