Un debilitado Villepin cumple un año en el Ejecutivo galo

Dominique de Villepin celebró ayer su primer aniversario como jefe del Gobierno francés con una imagen debilitada principalmente por el rechazo a su ya sepultado proyecto de contrato juvenil y el escándalo Clearstream,en el que está acusado de utilizar a espías para intentar difamar al ministro Sarkozy. Masacrado por la prensa, desairado por su partido y con el apoyo de los franceses en descenso, sus esperanzas de suceder a su mentor, Jacques Chirac, como presidente de la República parecen desvanecerse, y su futuro político está en el aire. Villepin ha vivido 365 días enturbiados por manifestaciones multitudinarias en las calles, violencia en los surburbios de París, divisiones en el Gobierno y cifras poco satisfactorias en lo que respecta al desempleo, su principal caballo de batalla, que sigue afectando al 9,5% de la población activa. En sólo un año, ha pasado del 45% de opiniones favorables a menos del 25%.