Las protestas estudiantiles en Chile dejan más de 700 detenidos y 28 heridos
Un total de 730 detenidos y 28 heridos dejaron este martes en Chile las protestas en el paro nacional que los estudiantes de secundaria llevan a cabo en todo el país, informó ayer el subsecretario del Interior, Felipe Harboe. En Santiago fueron detenidas 610 personas en la vía pública, de los cuales 163 son adultos, en tanto las demás detenciones se produjeron en ciudades de provincia. Harboe calculó que cerca de 600.000 jóvenes participaron en las protestas del martes, que seguían ayer con jornadas de reflexión en los colegios ocupados, que en Santiago suman 214, mientras otros 109 están en paro. Después de la jornada, la más importante que han protagonizado los estudiantes de secundarias en décadas, los alumnos tenían previsto reanudar las negociaciones que comenzaron ayer con el Gobierno. Exigencias Los estudiantes demandan la gratuidad del transporte escolar y de una prueba de selección universitaria, así como reformas a la jornada escolar y a la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (Loce). El paro incluyó la ocupación pacífica de numerosos colegios, en los que los alumnos celebraron debates en torno a la calidad de la educación. Sin embargo, en Santiago y en otras regiones del país se realizaron marchas y manifestaciones que derivaron en incidentes, en algunos casos producto, según el propio Gobierno, de una excesiva violencia policial. Esa acción policial fue calificada ayer por el ministro del Interior, Andrés Zaldívar, de «inaceptable», especialmente las agresiones a varios profesionales de la prensa. El ministro reconoció que la fuerza pública incurrió en excesos al intentar resguardar el orden público. «Es inaceptable y hay que tomar las medidas del caso», subrayó. Zaldívar se refirió a las lesiones que sufrieron especialmente camarógrafos y fotógrafos que cubrían las movilizaciones en el centro de Santiago, tras lo cual el Gobierno ordenó iniciar una rápida investigación para determinar las responsabilidades. Argumentó, sin embargo, que pese a que hubo casos de «acciones innecesarias y sobrerreacciones», el país deber comprender que las manifestaciones callejeras no estaban autorizadas. El cuerpo policial de Carabineros reconoció que parte de su personal incurrió en «excesos injustificables» para reprimir las manifestaciones callejeras y anunció «una investigación interna».