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Estados Unidos anuncia que sus soldados recibirán clases de ética en la batalla

Los marines dieron a sus mandos falsos informes sobre la masacre de Hadiza La Haya no puede investigar los crímenes de guerra en Irak

El Gobierno iraquí crea una comisión para investigar la muerte de los 24 civiles

Unos iraquíes lloran a un familiar muerto ayer en un ataque a las puertas de un hospital de Bagdad

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Óscar Santamaría - corresponsal | nueva york agencias | berlín
León

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Las filtraciones siguen aportando detalles sobre las conclusiones de la investigación que realiza el Pentágono sobre la matanza de 24 civiles en Hadiza, de la que sería responsable un grupo de marines que actuaron a sangre fría en venganza por la muerte de un compañero. George W. Bush prometió ayer que la investigación será «independiente de la Casa Blanca». Según The Washington Post , el general Eldon Bargewell, al mando de este caso, ha abierto dos líneas de investigación y no sólo concluiría que los acusados de perpetrar la masacre mintieron a sus mandos, si no que también responsabilizaría a éstos por no haber verificado dichos testimonios, más aún dada la gravedad del caso y ante las pruebas de que los civiles murieron por disparos en el pecho y la cabeza y no por un artefacto explosivo, según se indicó en la primera versión oficial. Dichas conclusiones, que según el diario serán hechas públicas hoy, provocaran una nueva tormenta política en el Capitolio, volviendo a resucitar el episodio de las torturas en Abu Ghraib y la cuestión de fondo: ¿cómo abordan los mandos militares de Estados Unidos en Irak las acusaciones contra sus tropas? La investigación de Bargewell sobre lo ocurrido el pasado 19 de noviembre en Hadiza es una de las dos que hay en marcha. La otra está en manos de la Armada y se espera que finalice este verano. Según fuentes cercanas a ambas líneas, los soldados y sus mandos podrían ser acusados de homicidio, declarar falsos testimonios y abandono de responsabilidades. La promoción de un general del cuerpo de marines está en suspenso a la espera de conocerse el resultado final de las mismas. Stephen T. Johnson era el máximo responsable de la unidad cuando ocurrió la matanza e iba a ser ascendido. En medio del escándalo sobre la masacre, el teniente general Peter W. Chiarelli anunció ayer en Bagdad que los soldados estadounidenses recibirán cursos intensivos sobre ética en el campo de batalla, mientras el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, anunció la creación de una comisión encargada de seguir «las consecuencias de ese crimen». Chiarelli, comandante de la fuerza multinacional en Irak, explicó que el entrenamiento, que tendrá lugar durante los próximos 30 días, pondrá énfasis en «los valores profesionales militares y en la importancia de una conducta disciplinada y profesional», además de tener en cuenta a las costumbres culturales de los iraquíes. Chiarelli apuntó que el «99.9% de los 150.000 militares estadounidenses desplegados en el país realizan a diario un trabajo magnífico», pero añadió que «desafortunadamente, hay algunos que eligen a veces el camino equivocado». Maliki, por su parte, condenó las «prácticas» de las tropas estadounidenses contra los iraquíes y el «uso exagerado» de la fuerza, en referencia a la matanza de Hadiza. En declaraciones a los periodistas, pidió también que se fijen las reglas de las intervenciones militares norteamericanas contra civiles en su país. Un comité ministerial «Se formará un comité ministerial para investigar este asunto y tratarlo con las fuerzas estadounidenses y sus principales líderes militares», agregó. El martes el primer ministro iraquí declaró a la BBC que su paciencia se estaba agotando ante la continua muerte de civiles achacadas a «errores» por parte de las tropas extranjeras. Ayer, el Ejército de Estados Unidos confirmó que sus tropas mataron a dos mujeres iraquíes, una de ellas embarazada, en un puesto de control la noche del miércoles. Nabiha, de 35 años, viajaba en un coche con su prima y su hermano a una maternidad de Samarra para dar a luz. Centenares de civiles iraquíes han muerto por disparos de soldados estadounidenses en los puestos de control y carreteras en los últimos tres años. Irak lloró en mayo a 1.055 muertos, que suponen un 38% más con respecto a las víctimas el pasado mes abril de la violencia diaria que ayer costó la vida a siete iraquíes. Los civiles fueron nuevamente quienes pagaron un precio más alto, con la muerte de 932, al igual que 95 policías y 28 soldados, además de 345 rebeldes. El Tribunal Penal Internacional (TPI), con sede en La Haya, no abrirá sumario por los presuntos crímenes de guerra que se hayan cometido en Irak, afirmó el fiscal jefe, el argentino Luis Moreno Ocampo. En declaraciones al diario alemán Berliner Zeitung, explicó que «iniciar una guerra no está tipificado como crimen en el Tratado de Roma», que sirvió de base a la creación del tribunal de La Haya. El fiscal, para quien la guerra en sí es lo peor de Irak pues a raíz de ese conflicto han muerto unas 30.000 personas, añadió a ese impedimento el hecho de que Estados Unidos e Irak no han firmado el Tratado de Roma, por lo que «no puedo actuar contra ellos». «Lo que sí pudimos hacer -destacó Ocampo- fue llevar a cabo una investigación de los crímenes que presuntamente atribuibles a los países firmantes del Tratado de Roma como el Reino Unido». Esa investigación permitió al equipo de Ocampo detectar quince casos de muertes y torturas de iraquíes a manos británicas, si bien «se trata de casos aislados y no de un patrón». «No hay comparación posible entre esos casos y lo que ocurrió, por ejemplo en Uganda o Darfur. Por eso, declinamos abrir un sumario en Irak», afirmó. La TPI es el primer tribunal penal permanente con capacidad para castigar la responsabilidad penal individual, incluidos jefes de Estado, de quienes cometieran crímenes de guerra, lesa humanidad y genocidio después de la entrada en vigor en el 2002 del Tratado de Roma.