Al Qaida responderá al asesinato de Al Zarqaui con atentados «feroces»

La organización Al Qaida en Irak amenazó ayer, en un comunicado colgado en Internet, con llevar a cabo «feroces ataques que dejen estupefacto al enemigo» tras la muerte de su líder en ese país Abu Musab al Zarqaui. En el comunicado, cuya autenticidad no ha podido ser verificada, no se precisa, sin embargo, si el grupo ha nombrado un sucesor de Zarqaui que murió el miércoles pasado en un bombardeo aéreo contra una vivienda en las cercanías de la ciudad de Baquba, al norte de Bagdad. «Los miembros del Consejo de la Shura (consultivo) de la Organización Al Qaida en Mesopotamia se reunieron inmediatamente tras el martirio del 'emir' Abu Musab Al Zarqaui y decidieron de forma unánime continuar la Yihad» (Guerra Santa)», añade el escrito. También señala que el brazo de Al Qaida en este país árabe reiteró su lealtad al líder de la red, Osama Bin Laden, que «estará contento con las operaciones que sus soldados llevarán a cabo en Irak». «Estamos preparando unas operaciones feroces, en cooperación con otros grupos del Consejo de la Shura, que dejarán estupefacto al enemigo que no conseguirá dormir», recalca la nota, que lleva la firma del Departamento de Información del Consejo de la Shura de los Muyahidin. Operación antiterrorista En este sentido, el nuevo ministro iraquí de Defensa expresó este domingo la determinación del ejército de enfrentarse, junto con los demás servicios de seguridad, a los terroristas, mientras Estados Unidos anunciaba el fin de la autopsia del cuerpo del jefe de Al Qaida en Irak, Abu Musab al Zarqaui. El portavoz de la Fuerza Multinacional, el general William Caldwell, explicó en la víspera que se había decidido efectuar la autopsia para establecer las causas exactas de la muerte de Zarqaui, quien sobrevivió en un primer momento al ataque aéreo que EE.UU. realizó contra la zona en la que se encontraba. Entre tanto, el ministro de Defensa iraquí, Abdel Kader Mohamed Jasem, afirmó que las fuerzas armadas se van a lanzar, en colaboración con los restantes servicios de seguridad, en una persecución de los terroristas en sus refugios dentro de un plan que será aplicado inmediatamente. Jasem, un oficial sunita que había sido alejado del ejército del derrocado presidente Saddam Hussein por haberse opuesto a la invasión de Kuwait en 1990, llamó a todos los iraquíes a colaborar en la lucha contra la violencia. Detenciones Ante la inseguridad reinante, las autoridades iraquíes pondrán en marcha el miércoles próximo un dispositivo de seguridad en Bagdad y en su región. Sin embargo no han esperado a ese día para reforzar la vigilancia, en particular en la provincia de Diyala, al norte de Bagdad, donde murió el cabecilla terrorista. La policía de Kirkuk, situada más al norte, afirmó haber arrestado a siete personas sospechosas de ser miembros de Al Qaeda. «Fueron detenidas en casas abandonadas de la región de Kirkuk, y algunas informaciones permiten pensar que se trata de miembros de Al Qaeda que huyeron de la región de Baaquba en cuanto falleció su líder», afirmó el comandante de policía Chakwan Mohmud. Amara, localidad chiita situada a 365 kilómetros al sur de Bagdad, registró ayer de madrugada un estallido de violencia con tiroteos entre hombres armados que dejaron un saldo de cinco muertos y 15 heridos. Según la policía iraquí se trataba de milicianos del jefe radical chiita Moqtada Sadr y de soldados británicos. Un portavoz militar confirmó estos enfrentamientos y no descartó la muerte de «un número determinado de terroristas» en la ciudad. La violencia endémica se ha cobrado la vida de otros siete iraquíes en ataques armados en Bagdad, Baaquba y Kirkuk, según diversas fuentes de seguridad. Por último, las autoridades iraquíes y la Fuerza Multinacional pusieron en libertad a 230 detenidos, de los 2.000 que el primer ministro iraquí quiere liberar para promover una reconciliación nacional.