El Supremo de EE.UU. permite a los condenados impugnar la inyección letal
El Tribunal Supremo de EE.UU. aprobó ayer una reso-lución que autoriza a los con-denados a muerte a impugnar la inyección letal como método de ejecución. La máxima auto-ridad judicial tomaba la decisión tras determinar que este tipo de castigo contradice la octava enmienda de la Constitución que prohíbe expresamente que cualquier persona sea sometida a un «dolor innecesario y cruel». La decisión, que fue tomada de forma unánime por los miembros de la Corte, respondía a una demanda del condenado a muerte Clarence Hill quien el pasado mes de enero se libró de la inyección en el último minuto cuando el Supremo paralizó su ejecución para estudiar su alegato. Sentenciado en 1983 por el asesinato de un policía, Hill argumentó en su apelación que la inyección expone a los condenados un dolor insufrible lo que viola sus derechos cívi-cos como ciudadanos. La inyección letal es utiliza-da en 38 de los 37 estados que admiten la pena de muerte, aunque muchos de ellos tienen prohibido utilizarla en la matan-za de animales. Cada inyección administra a los condenados tres dosis diferentes.