La coalición lanza la mayor ofensiva desde la caída de los talibanes
Las fuerzas de la coalición militar internacional, dirigidas por Estados Unidos y el ejército afgano, lanzaron en el sur de Afganistán su principal ofensiva en el país desde la caída de los talibanes, a finales de 2001, según anunció ayer un portavoz de la coalición. Esta campaña, llamada «Operación asalto a la montaña», comenzó en el sur del país a mediados de mayo, precisó el teniente coronel Paul Fitzpatrick. Hasta ahora, las informaciones sobre la operación habían sido mantenidas en secreto. En la ofensiva participan 11.000 militares de la coalición -británicos, canadienses y norteamericanos-, así como un número no precisado de soldados afganos. La próxima etapa de la operación se centrará en las provincias más al norte del sur de Afganistán. El objetivo es «impedir todo refugio a las fuerzas enemigas, bloquear sus corredores de circulación, y al mismo tiempo realizar proyectos de reconstrucción y de ayuda humanitaria», destacó en Kabúl el coronel Tom Collins, portavoz de la coalición. La parte militar no es más que uno de los aspectos de esta operación. Debido a la falta de seguridad, dicha región casi no se ha beneficiado de los millones de dólares de ayuda internacional enviados a Afganistán desde la caída de los talibanes. Durante esta ofensiva, «no se trata únicamente de matar y capturar a los extremistas y a quienes amenazan la seguridad del pueblo afgano, se trata también de crear las condiciones que permitirán al gobierno afgano establecer su autoridad en las zonas donde no está representado actualmente».