El río de Buenos Aires contiene en sus márgenes 150 vertederos no autorizados

La Corte Suprema de Justicia, el máximo tribunal argentino, intimó al Gobierno nacional, al de la provincia de Buenos Aires y al de la Ciudad de Buenos Aires para que presenten en 30 días un plan integrado de saneamiento de la cuenca hídrica Matanza-Riachuelo. Los Estados, además, deberán formular programas de desarrollo sustentable y educación ambiental. El próximo 5 de septiembre los representantes legales y los responsables de las áreas de medio ambiente de los tres gobiernos deberán presentar sus respectivos planes para sanear el Riachuelo, el río más contaminado de América y sus alrededores. El cauce de agua que baña el popular barrio porteño de La Boca, contiene en sus márgenes 150 vertederos de residuos no autorizados al aire libre, concentraciones de mercurio, cinc, plomo y cromo 50 veces superiores al máximo permitido. La Corte ha extendido su intimación a 45 empresas instaladas en la zona de influencia y sospechas de contaminar las aguas del Riachuelo. Entre las más conocidas están las petroleras hispano-argentina Repsol-YPF, la holandesa Shell y la brasileña Petrobras, la alimentaria francesa Danone y la alemana Mercedes Benz, y deberán presentar al tribunal un detallado informe con el análisis de los líquidos que sus fábricas arrojan al río. La importancia que tiene esta medida la indican las cifras que se mueven en torno a la peligrosa contaminación. El 15 por ciento de la población argentina vive en la cuenca del río Matanza-Riachuelo, expuesto a consecuencias que hasta podrían causar la muerte. Según un reciente informe de la Auditoría General dela Nación existen casi 5 millones de personas que se encuentran en riesgo sanitario por la contaminación del aire, tierra y agua, aunque, de acuerdo con sus cálculos, en 10 años habrá 500 mil más. En la actualidad, el 55 por ciento de los pobladores de la zona carecen de red de cloacas y el 43 por ciento no tiene acceso a agua potable, por lo que se ven obligados a beber aguas contaminadas. Diariamente, en esa zona se vierten al río 368 mil metros cúbicos de aguas servidas y más de 88 mil metros cúbicos de residuos industriales, por lo que los expertos aseguraron que nadie que viva aunque sea cerca de la cuenca queda exento de sus consecuencias. Entre los principales riesgos figuran cáncer, cianosis, retraso mental, alteraciones neurológicas, abortos espontáneos, hepatitis, pérdida del olfato, dengue, leptospirosis y hantavirus. La demanda fue presentada hace dos años por más de 150 vecinos que viven en La Boca y las localidades ribereñas de Wilde, Avellaneda, Villa Dominico y Dock Sud donde se encuentra un asentamiento de chabolas llamado «Villa inflamable» por el olor a combustible que se respira y en donde se han detectado casos de enfermedades y malformaciones genéticas en recientes partos. Este año se presentó una segunda demanda donde se destaca la nula intervención de las autoridades competentes para detener el deterioro de la cuenca hídrica. La historia de la limpieza del Riachuelo comienza con el gobierno de Menem que prometió que en 1000 días se podría pescar allí. Cientos de miles de dólares de prestamos internacionales desparecieron sin que se modificara absolutamente nada.