México elegirá hoy a un presidente en minoría que tendrá que buscar pactos

Con una ligera ventaja en las últimas encuestas para el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, y en un ambiente más que enrarecido, México elige hoy presidente para los próximos seis años. 71 millones de electores llamados a las urnas tienen la oportunidad de consolidar el proceso democrático iniciado seis años atrás con la victoria de Vicente Fox sobre el Partido Revolucionario Institucional (PRI). En las elecciones se eligen cuatro gobernadores de estados así como los 500 diputados y 128 senadores que compondrán las dos cámaras. El presidente elegido estará, casi con total seguridad, en minoría y si desea que su proyecto político salga adelante tendrá que buscar el consenso. El enconamiento y la división que han caracterizado la campaña hacen más necesario que nunca un pacto entre los tres principales partidos. El nuevo presidente llevará al país más allá del centenario de la Revolución Mexicana (1910) y, como entonces, uno de los principales problemas seguirá siendo el campo, donde viven 7 de cada 10 pobres en México. Dentro de dos años, el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y Canadá se hará efectivo por completo. «Si nadie lo remedia, los efectos sobre el agro mexicano serán la sentencia de millones de familias», opina Carlos Ramos, candidato a diputado por la coalición de izquierdas Por el Bien de Todos y líder campesino en el estado de Michoacán. López Obrador, su candidato, ha insistido en que lo renegociará con Estados Unidos. No todos le creen. Miguel Ángel Castro, del equipo de comuni-cación del Partido de Acción Nacional (PAN) en Morelia, considera que bajo el gobierno del López Obrador en el Distrito Federal la deuda se disparó, al igual que la inseguridad. No es tiempo para experimentos peligrosos, piensa. Felipe Calderón, del Partido de Acción Nacional (PAN) es la mejor opción para garantizar «la estabilidad económica y la transparencia». Y Roberto Madrazo, candidato del histórico Partido Revolucionario Institucional, parece no tener posibilidades de ser elegido. Con problemas internos, ha visto como miembros de su partido se pasaban a las filas gado de velar por las garantías del proceso, ha asegurado en boca de su consejero presidente, Luis Carlos Ugalde, que «el padrón electoral es confiable e invulnerable». Observadores Más de 600 observadores internacionales velarán por ello. Para evitar males mayores, la Secretaría de Gobernación ha solicitado a los candidatos que no se autoproclamen vencedores hasta que no haya resultados oficiales. El vencedor será investido como presidente de México el 1 de diciembre. Los 71 millones de electores mexicanos han tenido hasta este sábado tres días de reflexión para decidir su voto en una consulta que se perfila como la más reñida y cara de la historia. De acuerdo a los porcentajes de las encuestas, las opciones se presentan en este orden: cambio de rumbo, continuidad o regreso al pasado. La capital de México está empapelada de publicidad electoral. Los canales de televisión emitieron hasta las 12 de la noche del miércoles anuncios pagados por las campañas.