Bush viaja a Alemania para confirmar su buena relación con Merkel antes de la cumbre del G-8
Stralsund, una pequeña y romántica ciudad a orillas del Báltico alemán, recibirá hoy a George W. Bush con un baño de multitudes. El presidente de EE.UU. pasará 36 horas en tierras teutonas, en respuesta a la invitación personal de la canciller Angela Merkel. La visita del mandatario norteamericano pretende confirmar la buena química que mantiene con la dirigente germana, antes de acudir a la cumbre del G-8 que se celebra este fin de semana en San Petersburgo. Para Bush es la tercera visita a Alemania, pero a diferencia de las que hizo a su antecesor, Gerhard Schröder, ahora presume de la admiración personal que siente hacia Merkel, «una mujer que sabe valorar la democracia», dijo en Washington. Pese a las críticas de la canciller hacia Guantánamo, Bush busca en Alemania el aliado útil que necesita en el viejo continente. El avión del presidente norteamericano aterrizó a las 21.00, hora local (19.00 GMT) en el aeropuerto de Rostock, desde donde fue trasladado a un lujoso hotel en la pequeña localidad costera de Stralsund, en el estado federado de Mecklemburgo-Antepomerania. Alrededor de 12.500 agentes de Policía garantizarán la seguridad del presidente estadounidense y su delegación, que incluye a la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice.