De la Vega dice que tachar a Zapatero de antisemita es una «insensatez»
El Gobierno trató ayer de rebajar la tensión surgida con Israel después de que en las últimas horas José Luis Rodríguez Zapatero denunciara los «abusos» del Ejército hebreo contra la población civil en Líbano, se dejara fotografiar con un pañuelo palestino, y de que el PSOE organizara manifestaciones en diferentes ciudades de España contra la ofensiva israelí. La vicepresidenta primera intentó desvirtuar las acusaciones de antisemitismo del PP y de algunos miembros de la comunidad judía en España y reclamó el derecho del Ejecutivo a discrepar de Israel sin recibir esas descalificaciones. «Hay decisiones -dijo- del Gobierno español que a veces no son compartidas por otros Estados y no por eso el Gobierno les califica de antiespañoles». María Teresa Fernández de la Vega, que tachó de «insensatez» la imputación, se defendió al asegurar que el Ejecutivo mantiene una relación «extraordinariamente positiva» con la comunidad judía, que ha promovido la celebración de un día de conmemoración del Holocausto y que es un país «amigo, socio y cercano» tanto de Israel como de Líbano. El Gobierno consideró «accesorias» las cuestiones que esta semana incomodaron a miembros de la comunidad israelí, como la fotografía de Zapatero con un pañuelo palestino o la manifestación de dirigentes del PSOE contra la ofensiva hebrea. Sobre el primer asunto, Fernández de la Vega se limitó a lamentar que la imagen del presidente con la 'kefia' haya originado una polémica, mientras que sobre el segundo defendió el derecho a manifestarse contra cualquier conflicto bélico. «El 'no' a cualquier guerra es la expresión de la voluntad mayoritaria de los españoles y como tal el Gobierno la respeta», subrayó. Informe de Moratinos La tirantez en las relaciones diplomáticas durante las últimas horas provocó que el Ejecutivo se viera obligado a explicar públicamente cuál es su posición en este conflicto y a que el jefe de la diplomacia, Miguel Ángel Moratinos, informara al Consejo de Ministros de las actuaciones que realiza la administración para asegurar el regreso de los españoles e intentar ayudar a la resolución pacífica del conflicto. Fernández de la Vega explicó que el Ejecutivo condena «sin paliativos» los ataques de Hezbolá y Hamás contra intereses hebreos, los secuestros de tres soldados por parte de los terroristas y reconoce el legítimo derecho de Israel a defenderse. No obstante, también condena la desproporcionada respuesta de Tel Aviv con agresiones sobre la población civil libanesa. «El terrorismo jamás se combate de esta manera», advirtió. Tras aclarar su visión del conflicto e instar a las dos partes a cesar la violencia de inmediato, la portavoz resaltó que la postura de Zapatero es idéntica a la que mantiene el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan. En estos momentos, aseguró, el Gobierno centra sus esfuerzos en conseguir unificar la posición de la Unión Europea como intentaron hacer por teléfono el pasado jueves el presidente francés, Jacques Chirac, y la canciller alemana, Angela Merkel.