Muere a los 93 años el dictador Stroessner, el hombre más temido deParaguay

Nada quedaba ya de su poder y muy poco de su impresionante planta. Con 93 años y sólo 45 kilos en sus 190 centímetros de estatura, Alfredo Stroessner, el hombre que sojuzgó con mano de hierro Paraguay durante 35 años, falleció ayer en Brasil, donde llevaba 17 años exiliado. Era uno de los pocos supervivientes del macabro club de los dictadores que asolaron Iberoamérica a lo largo del siglo XX, aunque en su caso ya había muerto a la vida pública hacía muchos años. Su propio pueblo lo derrocó en febrero de 1989. Stroessner había sido ingresado a finales de julio en el hospital Santa Luzia de Brasilia, donde fue operado de una hernia inguinal que fue seguida de una neumonía; desde entonces se hallaba sedado y con respiración artificial. Hace unos años sufrió cáncer de piel. Desde entonces vivía recluido en una mansión junto al lago de Brasilia, en compañía de uno de sus hijos, el coronel (expulsado del Ejército) Gustavo Stroessner, y de seis empleados (domésticos y encargados de seguridad), de nacionalidad paraguaya. Brasil lo acogió como asilado político y rechazó dos peticiones de extradición enviadas por Paraguay, que pretendía juzgarlo por el asesinato de opositores. Se calcula que entre 1954 y 1989 hubo un millar de desapariciones y asesinatos por cuestiones políticas, en tanto que dos millones de paraguayos (casi un tercio de los habitantes) optaron por el exilio político o económico. Plan Cóndor En los años 70 participó en el Plan Cóndor de coordinación represiva entre las dictaduras militares de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay para eliminar opositores. El general Alfredo Stroessner fue un dictador cruel que nunca se arrepintió de sus crímenes, dijo Martín Almada, un abogado defensor de los derechos humanos que reveló la existencia de los llamados Archivos del Terror. «Nunca pidió perdón por los crímenes crueles que cometió e hizo cometer, ni durante su exilio dorado en Brasilia. Por su inescrupulosidad y su cobardía nunca se asomó siquiera a la frontera para pagar su culpa», dijo. Almada, funcionario de Unesco durante su exilio de 15 años, recibió el premio Nobel Alternativo de la Paz 2002 y su esposa murió bajo torturas psicológicas, escuchando gemir a su marido bajo los tormentos de la policía política en 1976. El escritor Augusto Roa Bastos (1917-2005), que a causa de Stroesner tuvo que pasar la mayor parte de su vida en el exilio, lo calificaba de «tiranosaurio». Stroessner nació el 3 de noviembre de 1912 en la ciudad de Encarnación (algunas versiones indican que fue inscrito en el registro civil de una población fronteriza brasileña), a 370 km al sureste de Asunción. Megalomanía El dictador también ofreció asilo a otros dictadores, como el nicaragüense Anastasio Somoza, quien fue asesinado por un comando de guerrilleros argentinos en 1980, en plena Asunción. La búsqueda de los autores de ese atentado es recordado como uno de los momentos más duros del régimen. Los seguidores de Stroessner bautizaron calles, plazas, hospitales, escuelas, pueblos y ciudades con el nombre del dictador o el de sus familiares, Decenas de músicos le compusieron canciones y escritores poesías.