La Unión Europea potenciará la detección de explosivos líquidos

Un grupo de ministros del Interior de la Unión Europea reunidos ayer en Londres acordaban cooperar con «medidas prácticas» para combatir el terrorismo internacional. Entre las medidas se incluye potenciar los sistemas de detección de explosivos líquidos susceptibles de ser usados para fines terroristas, para lo que la UE destinará 350.000 euros. Esta minicumbre europea tiene lugar a los pocos días de que los cuerpos de seguridad desactivarán el complot de masivo ataque contra aviones en pleno vuelo que cubrían la ruta entre el Reino Unido y EE.UU. y en los que se iba a utilizar explosivos líquidos. Además, el vicepresidente de la Comisión Europea, Franco Frattini, presentará en los próximos días el plan de la UE para mejorar la seguridad aérea. El ministro del Interior británico, John Reid, que sirvió como anfitrión de la reunión, señaló en rueda de prensa que Europa hace frente a lo que llamó «una amenaza terrorista persistente y real», y agregó que «para combatirlo hay que poner en la balanza los derechos individuales frente a la seguridad colectiva», en una indicación clara de que a veces la legislación antiterrorista puede socavar los derechos civiles de los ciudadanos. «No siempre es una balance fácil pero es un balance que estamos comprometidos a mantener.» De hecho ayer era tema de polémica la posibilidad de que se tengan que ampliar el plazo de detención sin cargos de los 24 detenidos la pasada semana en relación con la trama terrorista. Según la Ley Antiterrorista el período máximo es de 28 días. Uno de los objetivos de Londres con la reunión fue el de darle un carácter global a la amenaza terrorista y a la búsqueda de medidas para combatirla. «Lo que hemos pretendido con esta reunión es evitar una situación en la que si los terroristas creen que pasar los controles de seguridad en los aeropuertos británicos es difícil lo intenten en los aeropuertos de Fráncfort, Berlín o París», indicó Reid. Un avión de compañía estadounidense United Airlines que cubría la ruta entre Londres y Washington fue desviado ayer al aeropuerto Logan de Boston después de que una mujer que padece claustrofobia protagonizara un altercado con la tripulación. Fuentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) indicaron que la pasajera había sufrido una «crisis de ansiedad» y descartaron que el incidente guardara relación con el terrorismo. La portavoz de la Agencia de Seguridad en el Transporte (TSA) Von Walter indicó que el avión, que transportaba a 182 pasajeros y doce tripulantes, fue escoltado hasta Boston por cazas de la Fuerza Aérea y aterrizó sin incidentes. Según el FBI, la mujer, de 60 años y que ha quedado bajo custodia policial, tuvo un ataque de claustrofobia en el vuelo 923, lo que la llevó al altercado.