Hombres armados abren fuego contra civiles en una romería chií en Bagdad

Una conmemoración religiosa chií en Bagdad se tiñó ayer de sangre cuando hombres armados dispararon contra una muchedumbre de peregrinos, matando a una veintena e hiriendo a más de 300, un año después de que una estampida humana provocase en la misma celebración unas 1.000 víctimas mortales. Durante toda la mañana se oyeron explosiones y disparos de armas de fuego en la capital iraquí, por cuyas calles desfilaron cientos de miles de chiíes que se dirigían al mausoleo del imán Musa al Kazim, una de las figuras más veneradas por la mayoritaria comunidad chií y cuya muerte en martirio, hace 12 siglos, es celebrada anualmente con una importante peregrinación en Bagdad. Las imponentes medidas de seguridad puestas en marcha en los últimos días en Bagdad en previsión de la afluencia de los fieles no lograron impedir los ataques. Una primera ráfaga de disparos se cobró varias vidas. La marcha tuvo que ser desviada sin que ello impidiese nuevos disparos contra la muchedumbre cuando ésta llegó a la altura de un cementerio suní. Los tiros causaron la muerte de un policía, según afirmaron varios agentes presentes en el lugar. Otra parte de la marea de peregrinos estaba protegida por las milicias armadas del Ejército del Mahdi del clérigo radical Moqtada al Sadr. Estos ataques se produjeron pese a las medidas de seguridad adoptadas en Bagdad, incluido la prohibición del tráfico rodado, para proteger a las decenas de miles de chiíes que visitan el mausoleo del imán Musa al Kadhem, en el barrio Al Kadhimiya, en el norte de la capital. Los ataques obligaron a recordar la tragedia ocurrida durante la peregrinación del 2005, cuando murieron 965 peregrinos al desencadenarse una estampida en uno de los puentes que conducen al mausoleo cuando se desataron rumores de que había kamikazes entre la multitud. El ataque que se produjo ayer contra los chiíes en la peregrinación amenaza con agudizar la violencia sectaria que se está adueñando de la capital.