Los choques entre milicianos chiíes y el Ejército iraquí dejan 70 muertos
Diwaniya, la que fuera durante unos meses la base del contingente español desplegado en Irak, vivió en las últimas horas los enfrentamientos más violentos registrados entre milicianos chiíes y el Ejército iraquí en varios meses. Al menos 70 personas han resultado muertas, 20 de ellas soldados iraquíes y en resto milicianos., Diwaniya, a 180 kilómetros de Bagdad, estaba ayer dividida en dos, después de que las fuerzas de seguridad iraquíes perdieran el control de la mitad de la localidad en provecho de los miembros del Ejército del Mahdi, la milicia del jefe radical chií Moqtada al Sadr. «Los enfrentamientos comenzaron el domingo, un día después de que las fuerzas norteamericanas detuvieran a un responsable del Ejército del Mahdi. Los estadounidenses se negaron a liberarlo lo que provocó el estallido de las escaramuzas», explicó un oficial del Ejército iraquí. Los combates comenzaron con el lanzamiento de proyectiles de mortero contra la sede de la Guardia Nacional iraquí. Luego se produjo un asalto y ayer, según reporteros presentes en el lugar, los milicianos habían establecido hasta sus propios puestos de control dentro de la ciudad. «Numerosos milicianos vinieron de provincias vecinas. Tuvimos que pedir refuerzos. Se prevé una importante opera-ción», agregó el oficial iraquí. Debido a la gravedad de la situación, agregó la fuente, «las tropas estadounidenses en la ciudad intervinieron, por lo que los milicianos chiíes también atacaron también un campamento militar del Ejército de EE.UU. en la provincia». Situación confusa Los milicianos se declararon partidarios del jefe radical Moqtada al Sadr, pero rechazaron el llamamiento de su líder a deponer las armas y a transformar su sede en un centro cultural y religioso. Mientras tanto, la violencia siguió asediando la capital. Al menos quince personas murieron y 35 más resultaron heridas en un atentado suicida en las inmediaciones del Ministerio de Interior en Bagdad, informaron fuentes policiales iraquíes. El capitán de policía Ahmed Abdullá explicó que la mayoría de las víctimas son guardias de seguridad y empleados del ministerio, situado en un área muy concurrida. La explosión ocurrió cuando en la sede del ministerio se celebraba una reunión de varios responsables de seguridad del país.