Setenta muertos en Diwaniya por la explosión accidental de un oleoducto

Una precaria calma reinaba ayer en Diwaniyah, después de los enfrentamientos entre soldados iraquíes y milicianos chiíes que dejaron varias decenas de muertos, mientras 74 personas murieron en la explosión accidental de un oleoducto cerca de esta ciudad al sur de Bagdad. La explosión se produjo en un conducto secundario, a unos 20 kilómetros al sur de Diwaniyah, poco antes del mediodía y en una región donde los habitantes roban parte del combustible, según testigos. «El cómputo final de la explosión es de 74 muertos y 94 heridos», dijo Hamid Jaathi, responsable local del Ministerio de Salud Pública. La explosión se produjo en momentos en que las autoridades iraquíes concluían una tregua con los milicianos chiíes del Ejército del Mehdi en Diwaniyah, la que establece que el ejército retire de la ciudad los refuerzos que había enviado, al tiempo que los milicianos evacuaban un barrio que controlaban. Las tiendas comenzaron a abrir sus puertas y el servicio de agua y electricidad estaba asegurado el martes por la mañana, en medio de una tensa calma que reinaba en la ciudad. La tregua prevé también el nuevo examen de la detención, el sábado, de un jefe local del Ejército del Mehdi, lo que provocó enfrentamientos entre soldados y milicianos que duraron 12 horas entre el domingo y el lunes. Veinte soldados y 40 milicianos murieron, según el portavoz del Ministerio de la Defensa, Mohamed Al Askari. Un responsable local del Ministerio de Salud, Hamid Taathi, había afirmado el lunes que su hospital había recibido los cuerpos de ocho civiles. El Ejército del Mehdi es una milicia descentralizada, colocada bajo la autoridad nominal del jefe radical chií Moqtada Sadr, violento opositor a la ocupación estadounidense, pero que participa en el proceso político, con el control de unos treinta escaños en el Parlamento y varios ministerios. En tanto, la violencia continuó en el resto del país: dos milicianos del Ejército del Mehdi murieron durante el ataque con cohetes y bombas caseras contra las oficinas del movimiento en la ciudad de Baaquba, a 80 kilómetros al norte de Bagdad. En la capital, los cuerpos de 11 personas, con las manos atadas y abatidas a balazos fueron descubiertos el martes por la mañana en el sur de la ciudad. De su lado, el Ejército estadounidense anunció la muerte de diez militares entre el domingo y el lunes, nueve de los cuales en ataques. Por otra parte, el presidente del Kurdistán autónomo iraquí, Massud Barzani, afirmó en un comunicado que apoyaba la política de reconciliación nacional del primer ministro, Nuri Al-Maliki, con la condición de que ésta no cuestione los derechos de los kurdos.