EE.UU. transfiere Abu Ghraib a los iraquíes tras pasar los presos a otras cárceles

Estados Unidos traspasó a ñas autoridades iraquíes la cárcel -ya vacía- de Abu Ghraib, símbolo de violaciones de los derechos humanos bajo el régimen de sadam Huseín y también durante la ocupación estadounidense, mientras el Pentágono advierte que Irak corre el riesgo de una guerra civil y Bush opina lo contrario. «La cárcel de Abu Ghraib fue oficialmente tranferida el viernes a las autoridades iraquíes por las fuerzas de la coalición, y la prisión está ahora ya bajo control de la Administración iraquí», señaló el portavoz gubernamental Alí Al Dabaqh. «La prisión está actualmente vacía, sin ningún detenido», añadió. Abu Ghraib se convirtió en el 2004 en un símbolo de la deshonrosa ocupación estadounidense del país para muchos iraquíes, después de que se descrubiesen los abusos infligidos a presos por militares norteamericanos. Fue en la primavera del 2004 cuando se publicaron las primeras fotos de esos presos iraquíes maltratados. La Administración estadounidense presentó lo ocurrido como un escándalo limitado a militares aislados. Nueve fueron condenados a penas que van desde la expulsión del jército a diez años de prisión. Estados Unidos aún conserva el control de tres cárceles en Irak: Camp Bucca (sur), Fort Suse (norte) y Camp Cropper, cerca del aeropuerto de Bagdad. Por otra parte, la violencia continúa sembrando de cadáveres Irak. Once peregrinos paquistanies y tres indios fueron asesinados cerca de la ciudad santa chií de Kerbala. Según fuentes policiales, varios hombres armados asaltaron a los peregrinos y los ejecutaron a sangre fría. Los pistoleros detuvieron la furgoneta en la que viajaban, les obligaron a descender del vehículo y luego los tirotearon, añadieron las fuentes. Los cadáveres de las víctimas han sido trasladados al hospital de dicha ciudad. George W. Bush afirmó que que el país no sufre una guerra civil, pese a que un informe del Pentágono constató el empeoramiento del conflicto por el aumento de la violencia sectaria y «que si existen las condiciones que podrían llevar a una guerra civil, especialmente en Bagadad y sus alrededores». Este documento llega en mal momento para el presidente, empeñado en una campaña que vincula el conflicto en Irak con la guerra contra el terrorismo, de cara al quinto aniversario de los atentados del 11 de septiembre del 2001.