El canciller cubano hace un llamamiento a cerrar filas frente a las amenazas de Washington
Los países no alineados inauguran su cumbre sin Fidel ni Raúl Castro
El ministro anfitrión denuncia la «brutal agresión» contra el Líbano y las presiones contra Irán
El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, durante su intervención en la cumbre
La XIV Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (NOAL) se inició ayer en La Habana con un llamado a «cerrar filas» frente a las amenazas de Washington y sus aliados, y en ausencia de Fidel y Raúl Castro. El canciller cubano Felipe Pérez Roque, encargado de inaugurar las sesiones, denunció la «brutal agresión» contra el Líbano y las presiones contra Irán para que no desarrolle su programa nuclear. «Nos reunimos tras la brutal agresión perpetrada contra el hermano pueblo de el Líbano y mientras asistimos indignados al cotidiano genocidio a que es sometido el pueblo palestino», dijo Pérez Roque al iniciar la reunión de altos funcionarios del grupo. «Coincide también nuestra cumbre con un recrudecimiento de las presiones contra Irán por ejercer su derecho soberano a desarrollar un programa para el uso pacífico de la energía nuclear», agregó. Y además, «cuando se amenaza a otros países no alienados con guerras preventivas y agresiones. Por ello nos parece indispensable que cerremos filas en la defensa de nuestros derechos», aseveró. Es necesario que los 118 países miembros del NOAL «cerremos filas en defensa de nuestros derechos», dijo. «Las amenazas y dificultades que enfrentamos tienen orígenes comunes. Debemos demostrarle al mundo nuestra fortaleza, nuestra capacidad de enfrentar juntos los enormes desafíos que nos impone un mundo regido por los más poderosos», subrayó. Pérez Roque tuvo que desacreditar a sus propios funcionarios, pues un «error» en la agenda del encuentro enviada la víspera opacó la apertura. En la nota (oficial) se decía que Fidel Castro pre-sidiría la cena que se ofrecerá el viernes a medio centenar de mandatarios extranjeros, lo que sería una señal indiscutible de que la salud de hierro del octagenario comandate se recupera vertiginosamente. Así que el canciller dio marcha atrás y admitió que «no podemos decir todavía que (Fidel) vaya estar físicamente presente», aunque confía en que reciba a algunas personalidades, como el secretario general de la ONU Kofi Annan.