La policía siria frustra un ataque contra la embajada de EE.UU.

Las fuerzas antiterroristas sirias lograron abortar ayer un atentado de un grupo islamista contra la Embajada de EE. UU. en Damasco, en una operación que se saldó con la muerte de tres de los atacantes y de un policía sirio. Los diplomáticos estadounidenses resultaron ilesos, no así trece personas que resultaron heridas en el intenso tiroteo. Según testigos, un grupo de cuatro hombres intentó irrumpir con un coche en el protegido recinto de la embajada lanzando granadas de mano y gritando Allahu Akbar (Alá es grande), pero las fuerzas de seguridad mataron a tres de ellos e hirieron al cuarto. El Ministerio del Interior aseguró que los atacantes tenían preparado un coche bomba que no consiguieron hacer estallar y que ya ha sido desactivado. Sin embargo, un testigo aseguró haber visto cómo finalmente detonaron la carga explosiva oculta en el coche y en televisión se pudo ver un vehículo totalmente calcinado. El testigo, que no quiso identificarse, relató que la policía respondió de inmediato a los atacantes y los redujo, poco antes de que decenas de agentes de las fuerzas especiales llegaran a la zona. En el tiroteo, un guardia sirio de los asignados a la protección de la embajada resultó muerto, mientras que otros dos resultaron heridos. El intercambio de disparos fue tan intenso que otras once personas más están heridas, de las que siete son trabajadores de telecomunicaciones que estaban en la zona, dos ciuda-danos iraquíes, de los miles de refugiados que viven en Damasco, y un diplomático chino que fue alcanzando por una bala perdida cuando estaba en la azotea de su embajada . Las autoridades de Damasco informaron que la acción no había sido reivindicada, aunque todo apuntaba hacia Yund al Sham (Soldados de Siria), una pequeña organización de carácter islamista que en el pasado se ha vinculado a Al Qaida. Durante los últimos años, Yund al Sham se ha atribuido varios atentados contra objetivos del Estado sirio y contra representaciones diplomáticas extranjeras acreditadas en Damasco. Su último ataque tuvo por objetivo la sede del Ministerio de Defensa en Damasco y terminó con la muerte de cinco personas. Y en 2004 hubo cuatro muertos cuando este mismo grupo atacó la embajada de Canadá en la capital siria. El Gobierno laico del partido Baaz ha reprimido con dureza los movimientos islamistas desde que ascendió al poder en los años 70.