Diario de León

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En busca de una nueva identidad

Estados Unidos y su presidente reciben numerosas críticas en el último día de la cumbre de los No-alineados en Cuba

Publicado por
Miguel Murado - redacción
León

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A George Bush deben de haberle estado pitando los oídos sin parar desde el viernes. Si ya ese día, en la cumbre de Países No-alineados, se habló de la «amenaza nuclear» que supone Estados Unidos o se acusó a su presidente de gastar ingentes cantidades de dinero en armas y soldados «para mantener un sistema económico y político insostenible y absurdo», la sesión de clausura de ayer volvió a convertirse en un rosario de crítica al país más poderoso del mundo. No importa lo justo de las quejas, da la impresión que ha habido un punto de sobreactuación en esta cumbre de La Habana 2006 que quizá sea el reflejo de los problemas de identidad del Movimiento de los No-Alineados. En realidad, es una crisis que ha padecido desde su fundación, hace casi medio siglo. Incluso cuando existían dos bloques nunca estuvo muy claro qué significaba no estar alineado con ninguno de ellos, y fue justamente en esta misma ciudad de La Habana donde, en 1979, el MNA saltó por lo aires. Fue el mismo Fidel Castro quien lo dinamitó, al apoyar, junto con otros miembros del grupo, la invasión de Afganistán (entonces eran los soviéticos que querían erradicar el «peligro islamista», ante la indignación de Estados Unidos). Ahora, cuando ya no existen dos bloques, Castro ha querido presidir a domicilio pero in absentia, una redefinición del MNA que consiste, fundamentalmente, en que los no-alineados se alineen y pasen a constituir el «otro» bloque bajo la advocación del anti-imperialismo. Éste siempre ha sido uno de los pilares teóricos del MNA, pero nunca practicado con demasiada coherencia. Los miembros del MNA se han hecho la guerra entre sí (Pakistán-India) se han invadido mutuamente o han apoyado a uno u otro bloque en la Guerra Fría. Esto no ha cambiado y ayer, mientras Ajmadineyad cargaba entusiasmado contra el vecino de arriba, los delegados de Arabia Saudita y la India (aliados de Washington) fingían repasar sus notas. Pero las cumbres del MNA siempre han sido un foro para desahogarse sin problemas. Tras la cumbre, el MNA desaparece hasta tres años después, como un gigantesco oso que hiberna, mientras sus líderes regresan a su supervivencia diaria: Ajmadineyad al salvavidas que le ha lanzado la negociación con la UE, Morales a su galopante crisis institucional y económica, Chávez a lucha por crear una base estable, para sus ambiciones internacionales... En cuanto a Castro, en su cama de hospital, su lucha por la supervivencia es más que una metáfora, siquiera una metáfora del propio Movimiento de los No-alineados, agonizante pero presente, aunque sea en video-conferencia.

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