Tony Blair califica a su sucesor de «hombre extraordinario»

El primer ministro británico Tony Blair aprovechó su último discurso como líder laborista ante el Congreso de su partido para rendir un homenaje emotivo al sucesor que él mismo ha elegido, su ministro de finanzas Gordon Brown, al que calificó de «hombre extraordinario». También aprovechó para restar importancia al escándalo provocado por su mujer Cherie cuando calificó a Brown de mentiroso. Blair subió a la tarima del escenario del Congreso que se celebra en Manchester acompañado de las dos armas políticas que le han mantenido en el poder como «premier» durante casi diez años, convicción en sus creencias y emotividad en sus palabras. El objetivo de Blair era evidente, enterrar el hacha de guerra con Brown, olvidando rencores y perdonando infidelidades, y saturar las heridas abiertas en el seno del partido por la mala gestión de la transición de poder lo que ocurrirá en menos de un año. Blair no escatimó en lanzar zalamerías a su ministro de finanzas. «Es un hombre extraordinario, un hombre extraordinario al servicio de su país, y esta la verdad», y agregó que «nunca hubiéramos logrado un Nuevo Laborismo, nunca habríamos obtenido tres victorias consecutivas sin Gordon». Blair no quiso pasar la ocasión para cicatrizar la herida abierta en la tarde del lunes cuando su mujer Cherie calificó de mentiras los halagos lanzados por Brown a su marido con motivo de su discurso ante los delegados laboristas. La animosidad de Cherie hacia Brown, que reside en la vivienda al lado de los Blair, es muy conocida en el Reino Unido. Así, en un tono coloquial y socarrón Blair dijo que a tenor de la relación entre su mujer y su ministro «al menos no me tengo que preocupar de que mi mujer se fugue con el vecino». Blair también reconoció que «es difícil abandonar el poder, pero es lo correcto, para el país y para el partido.» Y en una referencia al terrorismo internacional, «algo a lo que el Reino Unido tendrá que hacer frente durante una generación o más», Blair dijo que «el terrorismo no es culpa nuestra, es sencillamente un ataque contra nuestro modo de vida».