Los representantes islámicos y el ministro del Interior querrían asistir juntos al espectáculo
La canciller alemana critica la autocensura de la ópera de Berlín
El teatro anuló un «Idomeneo» en el que aparecía cortada la cabeza de Mahoma
La Deutsche Oper de Berlín se reiteró ayer en la decisión de eliminar de la programación de otoño la ópera Idomeneo, por miedo a la violencia islamista, mientras crecen las críticas a una medida calificada ayer desde el Gobierno de «auténtica locura». «Esa decisión es inaceptable», declaró el ministro alemán de Interior, Wolfgang Schaeuble, quien añadió que «la libertad de expresión no debe en ningún caso limitarse por miedo». En la misma línea se expresó su colega de Cultura, Bernd Neumann: «El miedo a protestas no debe en ningún caso conducir a la autocensura». Por su parte, la canciller alemana aseguró: «Debemos poner atención a no retroceder más ante el miedo creado por los islamistas radicales dispuestos a cometer actos de violencia». «La autocensura por miedo no es tolerable. Esta es admisible sólo de manera responsable, en el marco de un verdadero diálogo de las culturas, totalmente exento de violencia», añadió. Escena polémica En un escueto comunicado de prensa, la intendente de la Deutsche Oper de Berlín, Kirsten Hamms, anunció esta semana que la producción de la ópera de Wolfgang Amadeus Mozart Idomeneo, concebida por el dramaturgo Hans Neunfels, no se representaría como estaba previsto en noviembre, ante la amenaza de acciones violentas por parte de grupos islamistas. La obra se estrenó en la Deutsche Oper en marzo del 2003 y se mantuvo hasta el 12 de mayo del 2004. Desde entonces, no ha vuelto a representarse. Neunfels cuestiona en esa producción la relación de los hombres con los dioses -trama real de la pieza ideada por Mozart- y propone un mundo sin deidades y, en una de las escenas, el rey de Creta que da título a la ópera desenvuelve una a una las cabezas de Jesús, Buda, Neptuno y Mahoma. En el pasado mes de agosto, el senador de Interior de Berlín, Ehrhart Koerting, informó a Hamms de que la policía criminal había recibido una amenaza anónima y habló «de un riesgo incalculable», según dijo la gerenta del teatro, quien pidió comprensión ante una decisión que contó con el apoyo de los cantantes y el director de la orquesta. El presidente del Consejo Islámico alemán, Ali Kizilkaya, declaró que «no hay diferencia entre una ópera y una caricatura. Cada religión debe saber cómo se trata lo divino», aunque no todos los musulmanes piensan así. Ayer tuvo lugar la programada primera conferencia alemana sobre el islam, y los asistentes a ella apoyarían la realización de la ópera: «Nos alegraría que la Deutsche Oper pudiese reponer esa ópera de Mozart, controvertida pero muy interesante. Hemos acordado que, si esto ocurre y conseguimos entradas, iremos a verla todos juntos», dijo ayer el ministro de Interior, Wolfgang Schaeuble.