Lamentó que sus palabras pudieran haber herido la sensibilidad de algunas personas
El primer ministro húngaro pide disculpas públicas por sus mentiras
Reiteró sin embargo, que su programa de austeridad presupuestaria es necesario para el país
El primer ministro húngaro, Ferenc Gyurcsány, lamentó ayer que sus palabras, en las que admitía haber mentido para ganar las pasadas elecciones, pudieran herir la sensibilidad de sus conciudadanos y reiteró que sus programa de austeridad presupuestaria es necesario. «Sé muy bien que el estilo y el lenguaje utilizado pudo chocar a muchas personas, lo que lamento», aseguró ayer Gyurcsány en la reunión del gabinete ministerial del Gobierno socialdemócrata. El primer ministro aseguró que dijo «la mitad de lo que hicimos [en el Gobierno socialdemócrata], y no explicamos por qué hacemos lo que estamos haciendo», en referencia al programa de austeridad emprendido para enderezar la economía húngara. «Política clara y sincera» Gyurcsány explicó que la tarea de su gabinete es la de «hacer más clara y sincera» la política y acabar con las falsas promesas. Subrayó que no creía que los electores fueran a entender las medidas del gabinete dirigidas al saneamiento de la economía, pero agregó que hay que terminar con la política centrada en las falsas esperanzas y centrarse de pleno en la realidad. El primer ministro agregó que la economía se mantenía en pie gracias a la divina providencia. En una grabación emitida por la radio el pasado día 17, Gyurcsány reconoció ante la directiva del gobernante Partido Socialista haber mentido «durante un año y medio» sobre la situación económica del país. Eso provocó una oleada de protestas que sacudió el país durante varios días. El principal objetivo de las reformas económicas emprendidas es sanear el doble déficit, presupuestario y exterior, del 10,1 y del 67,9% del PIB, respectivamente, con una tendencia, hasta ahora, creciente. El ejecutivo entre otros ha incrementado el IVA del 15 al 20% en el caso de la energía, la alimentación y los transportes públicos, además de aumentar los impuesto directos. Los electores magiares este domingo podrán expresar su opinión sobre las mentiras de Gyurcsány y los ajustes económicos en la elecciones municipales que se celebran en el país.