El líder turco Ocalan pide a la guerrilla que abandone la lucha armada
El dirigente del Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdullah Ocalan, pidió ayer a sus seguidores un alto el fuego definitivo y que «entierren las armas» para poder alcanzar una solución democrática al problema del Kurdistán. «Venid, vamos todos juntos y de una vez por todas a deponer las armas en Turquía y en todo Oriente Medio como medio para conseguir nuestros fines. Enterremos las armas», dijo Ocalan, según la versión de la agencia pro kurda Firat. Según esta agencia, Ocalan, preso en una fortaleza de la isla de Imrali, ha pedido a su partido, por mediación de sus abogados, que declaren un alto el fuego definitivo y ha precisado que esperaba que «este alto el fuego no sea visto como signo de debilidad y que todas las partes actúen con responsabilidad». Hasta ahora, el gobierno turco no ha emitido ninguna reacción a este llamamiento, ni se espera que lo haga, ya que no suele dar ninguna relevancia a las palabras de Ocalan. Sin embargo, los observadores en Turquía consideran que el llamamiento de Ocalan puede tener efectos inmediatos, dado que su predicamento entre las bases del PKK, se ha mantenido casi intacto pese a sus siete años en prisión. Según Ocalan, esta puede ser la última oportunidad para la paz: «Si esto no da pronto resultados, ni puedo hacer este llamamiento otra vez ni el PKK me escuchará. Por esta razón, este proceso de tregua es muy importante y debería ser estudiado con mucho cuidado y detenimiento».