Rusia acusa a los miembros de la Otan de vender ilegalmente armas a Georgia

El conflicto generado por la detención de cuatro militares rusos en Georgia acusados de espionaje ensombreció el Consejo Otan-Rusia celebrado ayer en Portoroz (sur de Eslovenia), en el que la Alianza hizo un llamamiento a la «moderación» a ambas partes. «Llamo a ambas partes a la moderación y a evitar una escalada de la situación», declaró en una rueda de prensa el secretario general de la Otan, Jaap De Hoop Scheffer, quien sin embargo recalcó que «es un asunto bilateral entre Rusia y Georgia» en el que la Otan no desempeña un papel. Según De Hoop Scheffer, Georgia, un país que aspira a ingresar en la Alianza, «estuvo hoy en las mentes de todos» durante la reunión que mantuvieron los veintiséis ministros de Defensa aliados con su colega ruso, Serguéi Ivanov, quien «expresó con claridad la posición de Rusia». Consultas La detención el miércoles pasado de los cuatro militares rusos ha llevado a Moscú a llamar a su embajador en Tiflis a consultas y a pedir una intervención del Consejo de Seguridad de la ONU. Ivanov acusó ayer a algunos miembros de la Otan de vender ilegalmente antiguas armas soviéticas a Georgia y de «piratería» por violar un acuerdo que prohibía su reexportación. «No los nombraré en público», dijo, pero añadió que en la Otan son conocidos como «países de la generación joven», en una clara alusión a la última ampliación de la Alianza a los antiguos miembros del bloque comunista.