Diario de León

La revista «Der Stern» vincula a la madre de la joven con el secuestro LOS BECARIOS DENUNCIARON AL POLÍTICO REPUBLICANO CONGRESO TORY SE MANTIENE EL DESAFÍO

La prensa sostiene que Natascha fue víctima de ritossadomasoquistas El escándalo sexual del congresista Foley amenaza el voto republicano El pirata aéreo turco actuó solo, estaba desarmado y el billete del avión que secuestró lo pagó Acnur

TOBY MELVILLE

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Enrique Müller María Signo - berlín corresponsal | roma
León

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Hace seis semanas, Natascha Kampush, convertida en una mujer de 18 años reapareció en el mundo de los vivos y fue la propia joven quien reveló al mundo los detalles de su largo cautiverio en sendas entrevistas con medios austriacos. La joven, según su propia confesión, solo pensaba en huir y soñaba con cortarle la cabeza a su secuestrador, pero evitó contar detalles íntimos sobre la relación que mantuvo con Wolfgang Priklopil, el hombre que la raptó cuando tenía 10 años y se dirigía a su escuela. La policía tampoco ha querido revelar detalles sobre el material incautado en la casa del secuestrador, pero la revista Der Stern reveló ayer que las autoridades habían incautado varias ordenadores en la casa de Ernst Holpzapfel, un ex socio de Priklopil y la última persona que vio con vida al secuestrador. La revista asegura, sin revelar sus fuentes, que Priklopil tenía contactos con el mundo sadomasoquista de Viena y que había convertido a Natascha en un objeto sexual para ganar dinero. La revista sostiene que las filmaciones no fueron hechas en la casa del secuestrador y que había varias personas cuando la joven era esposada, humillada y golpeada. La revista fue la primera en descubrir que la joven había pasado un fin de semana en un balneario de esquí junto con su secuestrador y denunció que la madre de Natascha era cómplice del hombre que secuestró a su hija y, pero aún, que había fotografiado a la niña en poses lascivas. Una vecina dice que vio a los padres de la chica tomando copas con el secuestrador antes de su rapto. A tan sólo un mes de las elec-ciones al Congreso de Estados Unidos, el Partido Republicano de Bush recibió ayer un nuevo golpe en su credibilidad. El congresista de Florida, Mark Foley, está acusado de intercambiar mensajes sexuales con varios becarios menores de edad. La polémica apunta también al presidente de la Cámara de Representantes, Dennis Haster, que habría ocultado los hechos. Bush los apoyó, pero tendrá que retractarse. Una docena de becarios del Congreso denunciaron desde 1995 «sentirse incómodos por la excesiva actitud cariñosa de Foley». | t.l. Cameron rompe con el thatcherismo para conquistar el 10 de Downing Street El líder del Partido Conservador, David Cameron, fijó ayer como su prioridad la Sanidad pública y rompió así con los postulados del thatcherismo, en un atrevido giro al centro que busca la conquista del Gobierno. Cameron, de 39 años, lanzó ese rotundo mensaje en la clausura del congreso anual de los tories, que se ha celebrado desde el domingo en Bournemouth. | i.a. Irán abre las puertas de sus centrales nucleares a los turistas El director del organismo iraní de la Herencia Cultural, Esfandiar Rahim Mashai, aseguró ayer que los turistas podrán visitar las centrales nucleares de Irán. Mashai aseguró que esta medida responde a una petición del presidente, Mahmud Ahmadineyad, para demostrar el objetivo pacífico de las actividades nucleares de Iran». | efe Son muchos los puntos oscuros del secuestro del Boeing 737-400 de las líneas aéreas turcas el martes. Durante todo el día de ayer se sucedieron los comunicados contradictorios entre las autoridades turcas y las italianas. Mientras Ankara insistía en que Hakan Ekinci tenía un cómplice a bordo del avión -del que llegó a dar el nombre, Mahmet Ertas-, Amato explicaba en el Senado que Ekinci había actuado solo. Finalmente, el Gobierno de Ankara dio marcha atrás y la propia televisión turca NTV confirmó la versión italiana mostrando imágenes de Ertas a su llegada a Estambul con el resto de los pasajeros. Este secuestro provoca interrogantes sobre cómo una persona desarmada pudo hacerse con el control de un avión después de todas las medidas tras el 11-S. Ekinci se introdujo en la cabina aprovechando que una azafata abrió la puerta para preguntar algo a los pilotos. Viajaba a Estambul con un billete pagado por Acnur, la oficina para los refugiados de la ONU que se había ocupado de él en los últimos meses. Al entregarse, pidió disculpas al capitán, le estrechó las manos y dijo a los pasajeros: «Les pido disculpas a todos. Buenas noches».

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