Diario de León

Paz en Afganistán, la misión más difícil de la Otan

Las tropas de la Alianza, con el apoyo de 37 países, toman el control de todo el país Pakistán halla dos lanzaderas de cohetes apuntando al Parlamento

Karzai estrecha la mano del general Richards, jefe de la Otan

Karzai estrecha la mano del general Richards, jefe de la Otan

Publicado por
Naweed Haidary
León

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La Otan asumió ayer el control de la seguridad en todo el territorio de Afganistán al extender su mando a la zona este con el apoyo de 12.000 soldados de Estados Unidos, que pasan a estar bajo las órdenes de la Alianza. Esta misión ha sido calificada por mandos de la Otan como la más significativa y compleja de su historia, que se produce cuando Afganistán vive la peor ola de violencia desde la caída del régimen talibán a finales del 2001. «Es un honor aceptar la responsabilidad de ayudar a la seguridad al Gobierno afgano y de las operaciones militares internacionales en provincias donde antes era responsable la coalición» dirigida por EE.?UU., dijo el general británico David Richards, comandante de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (Isaf), bajo mando de la Otan y con participación de 37 países. «Este es un día histórico tanto para Afganistán como para la Otan, que ilustra el compromiso constante de la Otan y sus socios internacionales con el futuro de este gran país», añadió Richards en una ceremonia en Kabul junto al presidente afgano, Hamid Karzai. La Alianza ya controlaba las zonas del norte, el sur y el oeste de Afganistán, así como Kabul, y ahora se ha extendido al este, un área peligrosa por ser fronteriza con Pakistán. Karzai agradeció la ayuda a los países que colaboran en Afganistán y dijo que los afganos recordarán la contribución internacional a su seguridad. El teniente general Karl Eikenberry, del Ejército de Estados Unidos y comandante de las fuerzas de la coalición, afirmó que el compromiso de su país con Afganistán no disminuye con la cesión a la Otan de las operaciones en el este del país. «Afganistán ya no es el paria internacional que era en el 2001. Se ha deshecho de los terroristas extranjeros y la brutalidad indiscriminada de los talibanes. Ha vuelto a la comunidad internacional y se recuperará», sostuvo el general estadounidense. Las fuerzas de la Otan asumieron el control de las operaciones en el sur a finales de julio, también de manos del Ejército de Estados Unidos, con el objetivo de acabar con la creciente insurgencia de los talibanes en el país. La Otan toma el mando en el este en un momento en el que el país afronta la ola más acusada de violencia desde la caída de los talibanes en el 2001 que, en lo que va de año, ha causado la muerte de unas 2.000 personas. Unos 37 países, algunos ajenos a la Alianza, participan en la Isaf, cuyas fuerzas llegaron a Afganistán en el 2001, entonces bajo mandato de la ONU. En el 2003, la Otan se hizo cargo de esas tropas y desde entonces se responsabiliza de la seguridad sobre todo en Kabul y en las zonas menos conflictivas del norte y el oeste. España mantiene desplegados en Afganistán 680 efectivos, integrados en la misión de la Isaf, pero están acantonados en Badghis, en el oeste del país, y no cambiarán de destino, según declaró el ministro de Defensa español, José Antonio Alonso. Las provincias del sur han sido testigos de las mayores muestras de violencia entre supuestos talibanes y sus partidarios y las tropas internacionales. La operación que asume la Otan es la más ambiciosa en la historia de la organización desde su fundación como elemento disuasorio del bloque soviético en 1949. Además de combatir a la insurgencia, las fuerzas de la Otan se enfrentan al desafío de luchar contra el cultivo y comercio de amapolas de opio en el sur, cuyos ingresos financian a los talibanes.

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